Caciquismo

Tratar de ocultar, coaccionar o amenazar a alguien con no ofrecer los servicios o ayudas públicas que se encuentran reguladas legalmente es algo miserable y más propio de otras épocas. Algunos “personajillos” políticos aún se creen con el derecho a decidir quién tiene o no derecho a los servicios públicos. Prueba evidente de que el “caciquismo” sigue campeando a sus anchas por muchos municipios. 
     “No le comentes nada a fulanito, de lo contrario no te vamos a prestar ayuda alguna…”. Esto es lo que le dice un responsable municipal a un cabeza de familia, con escasos recursos, y que depende de las ayudas sociales. Que vergüenza. Lo mejor de todo es que el tal “fulanito” se enteró de lo que se quería ocultar.
No es extraño que haya tantas personas y familias enteras que vivan en una ansiedad y angustia permanentes cuando saben que su bienestar depende de la amistad o la confianza que tengan con ciertos gobernantes. Si no comulgan con sus ideas o no coinciden con su manera de gobernar ya tienen difícil salir adelante, con un mínimo de dignidad. 
Nunca me canso de afirmar que la dignidad es lo más importante para cualquier persona. Ésta puede perderse dejándose ser una víctima de prácticas caciquiles. 
También es cierto que todos somos responsables, por acción u omisión, de que estas prácticas sigan dándose en nuestras comarcas. 

Caciquismo

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