La pirámide de Maslow

Toda ciudad es un ente complejo que cada día activa una multitud de procesos para que las cosas funcionen. En la buena gobernanza de servicios municipales hay claves básicas y que, al mismo tiempo, son muy importantes. Tanto, que determinan de manera significativa la mejora en los umbrales de bienestar de la ciudadanía y que damos por supuestas, hasta que fallan. 
Son servicios esenciales que a nadie se le pasa por la cabeza que no funcionen. Llevan con nosotros décadas, cuando no siglos y están asimilados como algo intrínseco al funcionamiento de las ciudades occidentales. En una pirámide de Maslow de necesidades urbanas ocuparían la base. Los podríamos centrar en la limpieza de las calles, recogida y tratamiento de basuras, la ordenación del tráfico y el transporte público, el suministro de agua potable y gestión del alcantarillado, la seguridad y el suministro de energía. Con el agua potable, la gestión de alcantarillado y el tratamiento de aguas residuales, desde gobiernos socialistas nos dotamos de eficientes instrumentos de gestión autónomos, como Emalcsa y la EDAR de Bens, que, además de hacer las cosas bien y a un precio muy económico, dan servicio a cerca de 450.000 personas del área metropolitana.
Para la limpieza y las basuras en A Coruña decidimos establecer contratos externos de gestión. Un proceso que requiere que el Ayuntamiento regule las condiciones de los trabajos a realizar, fije cuánto va a pagar por ellos y supervise que todo se cumple según lo contratado. No es algo excepcional, cada ciudad tiene un contrato, o similar, para regular la limpieza de sus calles y la recogida de basuras. Para financiarlo pagamos las tasas municipales correspondientes. 
En este ciclo electoral el gobierno de Marea tenía que prorrogar el contrato o sacar uno nuevo. No les pilló por sorpresa, porque el de recogida de basuras venció en enero de 2017, de tal manera que desde el inicio de legislatura, en mayo de 2015, tenían ese asunto como prioridad de gestión. Pero ¡Ay la gestión! Empezaron pronto a dar síntomas de que no es lo mismo predicar que dar trigo. 
Y resulta que desde enero de 2017 estamos sin contrato de recogidas de basuras, abonando directamente el Alcalde 848.000 euros mensuales (y van unos cuantos meses) a la empresa actual, pese a las advertencias de Interventor y Secretario Municipal. Se escudan en un tecnicismo que lo justifica a medias: el “enriquecimiento ilícito” del Ayuntamiento si no paga un servicio prestado. Da igual que las cosas no se estén haciendo como se debe, ni la ausencia de contrato sin justificar. Si así fuera, nosotros nos preguntamos ¿Por qué se hacen contratos entonces, si se paga igual? ¿Año y medio sin contrato o sin prórroga? ¿Dónde está el límite?
En el último Pleno los socialistas le hemos dicho a Marea que no cuente con nosotros para pagar más mensualidades millonarias si no ponen fecha al trámite de ese contrato. Ya verán que pronto anuncia que sí, que lo van a hacer y dan las fechas. La base de la pirámide de Maslow urbana y las necesidades básicas es lo que tienen.

La pirámide de Maslow

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