La ciudad en red

Fortalecer las capacidades de las comunidades pasa por abrir escenarios que ofrezcan las oportunidades necesarias. Hacerlo es una obligación de quien gobierna una ciudad. Y uno de los intangibles más poderosos para lograrlo es poner en valor el trabajo en red. La tecnología ayuda tanto a este propósito, que aquellos que sepan interrelacionar las nuevas tecnologías de la conectividad, con la potencia de la capacidad humana para crear comunidad, mejorarán los estándares de calidad de vida y conseguirán uno de los objetivos de los socialistas, crear ciudadanía comprometida, responsable y solidaria. 
Es importante destacar que las redes de una ciudad son tremendamente complejas, con múltiples nodos de conectividad. En función de cómo se dinamicen esas conexiones una ciudad será capaz de avanzar en el camino correcto o no. 
La primera malla de la red era el entorno familiar. Por desgracia, cada vez más débil por la reducción del tamaño familiar, el incremento de la movilidad  y una tendencia al individualismo.
Hay un segundo nivel, los barrios, dentro de los cuales hay calles o lugares que también tienen sus propias redes de apoyo y cohesión social. Se organizan en asociaciones de vecinos, parte activa de la voz de la ciudad.  
Creciendo en complejidad aflora la sociedad civil. Hace décadas, además de la familia, las redes prioritarias eran los oficios que daban nombre a lugares, las cigarreras, campo de la leña, pescadería,… Hoy han desaparecido como tal y han dejado lugar a asociaciones profesionales de médicos, economistas, ingenieros técnicos,… también hay asociaciones profesionales que engloban a sectores como la hostelería, la pesca, etc… Se agregan en organizaciones como la Cámara de Comercio o la Confederación de Empresarios. Su contrapeso necesario son los sindicatos, organizaciones comprometidas y profesionalizadas, que representan los intereses de las trabajadoras y trabajadores. De su trabajo en red depende mucho el avance armonizado de la actividad empresarial e industrial de la ciudad.
El comercio y los mercados también están organizados en redes. 
Tenemos potentes redes en la ciudad del mundo musical, de la literatura, de las artes escénicas, de la pintura, de la historia y de la ciencia. Tenemos una red de cerca de doscientas ONG, sociales, sociosanitarias, medioambientalistas y de cooperación internacional. Redes deportivas con decenas de miles de participantes y educativas, con los colegios públicos organizados y las ANPA. Tenemos en la ciudad también redes más informales, pero igual de importantes, como las preocupadas por la accesibilidad universal, por la limpieza de playas o por el apoyo al emprendimiento.
Hace 15 años los socialistas lideramos un proyecto del Fondo Social Europeo que se llamaba Coruña en red, que trabajaba en clave local e internacional, con reconocimientos importantes a su metodología y construcción de proyectos sobre la misma. Después de 8 años de olvido está casi desarbolado.
A partir de mayo de 2019 será clave para el futuro considerar la  importancia de volver a crear ciudad apoyados en las redes que tenemos, dándole voz y soporte real y ofreciéndoles participar activamente en las decisiones que nos afectan a todas y todos. A Coruña así será una ciudad mejor.        
 

La ciudad en red

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