A Coruña, ciudad de la música

Hay quien mantiene que una Orquesta Sinfónica interpretando es la máxima manifestación artística, que nada hay en el hacer humano tan complejo de armonizar. Pues bien, este viernes en el escenario de un Palacio de la Ópera ajado y casi impropio se sumaron, con Víctor Pablo en la peana, la Orquesta Sinfónica de Galicia, su Orquesta de Niños y sus tres coros los Niños Cantores, el Coro Joven y el Coro. Cerca de 250 personas interpretando “Troula” de Juan Durán, en riguroso estreno. Faltaba la Orquesta Joven, seguramente por falta de espacio. Destacar que era la primera vez que los niños tocaban con los maestros. 
Ni me acerco a la posibilidad de opinar sobre la calidad musical, pero sí me siento capacitado para hacerlo sobre lo que sentí. Los aplausos mantenidos al remate trascendían lo musical y transmitían una emoción sentida y orgullosa de lo que como ciudad fuimos capaces de lograr en lo musical, al nivel de cualquier otra capital del mundo. Se visibilizó en toda su dimensión el que, en mi opinión, es el proyecto cultural gallego más importante de las últimas décadas, fruto de la visión y pasión desplegada por unos pocos en un tiempo en el que las luces largas alumbraban el horizonte de A Coruña.  
La representación se cerró con un sentido requiem in memoriam de Alberto Zedda, extraordinario valedor internacional de nuestro, su, proyecto.
Potenciar la música es una inversión cualitativa que pocos practican. Craso error. Eleva de categoría una comunidad, ciudad o país, al crear condiciones de desarrollo que, siendo intangibles, son esenciales para avanzar hacia un progreso sostenible: La atracción y retención del talento, la proyección e influencia internacionales, el tan apreciado turismo cultural, los ecosistemas económicos en torno a la educación y formación, los frutos de la labor creativa e interpretativa son solo algunos de esos vectores invisibles.  Por eso los socialistas insistimos tanto en los presupuestos del 2016 para introducir partidas que potenciasen el proyecto “la ciudad de la música”. A disgusto del Gobierno Municipal conseguimos sumar los votos necesarios para destinar fondos para becas a la excelencia musical, a un postgrado en altos estudios musicales con la UDC, a crear un banco de la música o a mantener viva una temporada lírica que parecía destinada a desaparecer. Nos criticaron por aliarnos con otros en el voto, pero era el peaje necesario para mantener la esencia de lo que somos.  
Sumado a todo ello logramos consolidar el apoyo a las entidades que mantienen vivo el entramado cultural del que participan decenas de miles de coruñeses. Proyectos musicales de primer orden como La Coral El Eco, la decana de España (1881), La Sociedad Filarmónica (1904), la Agrupación Albéniz (1928) o Amigos de la Ópera (1958). Hay más experiencias musicales asombrosas, como escuchar en cualquier claustro a los niños del Coro Cantábile o a la Orquesta Gaos acompañando a cantantes internacionales, por citar algunas de ellas. En el 2017 seguiremos insistiendo en el proyecto “ciudad de la música”, aportando nuestra acción política al cuidado del legado musical que heredamos y tanto costó consolidar.

*José Manuel García es portavoz municipal del PSOE

A Coruña, ciudad de la música

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