Siempre negativo

Louis Van Gaal no tuvo unas relaciones afables con los medios de comunicación en su etapa de entrenador del Barcelona y en una rueda de prensa posterior a un partido de fútbol, cuando un periodista le interpeló sobre una de sus decisiones, se indignó y en su respuesta airada dejó para la historia aquella expresión “Tú siempre negativo, nunca positivo, tú eres muy malo”.
Rescato del recuerdo la célebre frase del técnico holandés a propósito de la ola de pesimismo que, cual vendaval, recorre este país. Da la impresión que la situación económica que es ciertamente mala, la crisis política, social e institucional –una crisis global–aplastan el ánimo de los españoles que, según el Eurobarómetro “Europeos 14” publicado por la Comisión Europea, estamos entre los ciudadanos comunitarios más pesimistas.
¿Está justificado tanto pesimismo hasta el extremo de casi regodearnos con nuestras miserias?  La crisis, además de los problemas y males de carácter económico, nos está dejando una consecuencia nefasta como es la tendencia tan española de auto flagelarnos. Es verdad que estamos pasando por un mal momento, pero no parece justo sucumbir a viejos tópicos negativos demonizándolo todo dentro mientras somos muy comprensivos con las miserias que padecen fuera, incluidos los países de nuestro entorno.
Estamos instalados en el “siempre negativo” y no todo es desastroso en este país que, con todos los problemas, sigue funcionando y resiste toda comparación con cualquier tiempo pasado, que fue peor. Hace unos meses, Juan José Toharia explicaba “Por qué no se hunde España” y concluía que el país se sustenta en el buen hacer de muchas instituciones que integran el aparato estatal –sanidad, educación, investigación, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado...– y también de las que componen la sociedad civil, que obtenían una valoración positiva del conjunto de los españoles.
Una mirada introspectiva a nuestro pasado cercano nos puede ayudar a sobrellevar con más entereza de ánimo lo que nos está ocurriendo ahora para no caer en el negativismo. Circula por la red una presentación muy expresiva: “Si fuiste al colegio andando, si montaste en bici sin casco, te daban una bofetada si te portabas mal, tenías una TV con dos canales y había que levantarse para cambiarlos, salías con poco dinero y traías las vueltas, jugabas en la calle, acudías al médico sin cita previa, usabas la ropa que heredabas... y saliste normal, comparte esto con otra gente para frenar tanta tontería”. Compartido queda con ustedes.   

Siempre negativo

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