EL NUDO GORDIANO POLÍTICO

El pintor Jean-Simon Berthélemy no es una de las figuras señeras de la pintura francesa, pero pasó a la posteridad como buen retratista y pintor de hechos históricos con dominio de la perspectiva en lienzos y en los techos de grandes palacios y edificios. 
Este artista dejó para la historia “Alejandro cortando el nudo gordiano”, un lienzo de gran riqueza expresiva cuyo centro ocupa Alejandro Magno blandiendo su espada para acabar con el “nudo gordiano” hecho por Gordias, rey de Frigia cuando, según la leyenda, dejó en el templo de Zeus su carro, lanza y yugo atados con un nudo tan bien hecho y con los cabos tan escondidos que no era posible desatar. Alejandro agrandó su propia leyenda y cortó el nudo convencido de que “tanto monta cortar como desatar”. Lo importante era acabar con el nudo. 
Traigo a colación esta vieja leyenda a propósito del bloqueo político que tiene inactivos a los partidos, ociosos a los diputados, casi cerradas las dos Cámaras, al Gobierno en funciones y al país paralizado políticamente. Es el nudo de Gordias en versión de aritmética política que sigue esperando por un Alejandro Magno que se atreva a deshacerlo o cortarlo por sentido de Estado propiciando la investidura para que la nación recupere la normalidad política.  
¿Cómo salir de este embrollo? Hay muchas aportaciones en la red, desde no pagar el sueldo a los diputados, hasta impedirles volver a presentarse a nuevas elecciones si no logran la investidura. “Si existiera una ley en este sentido no tardarían ni 24 horas en ponerse de acuerdo”, dice un internauta. 
Con todo, la idea más singular la escuché en una tertulia de cafetería. “Si yo fuera el rey, decía un tertuliano, metería a Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera en un taxi para que viajaran por España, hablaran entre ellos y cuando alcanzaran el acuerdo de investidura, ¡fin del viaje!”.  
Bromas aparte, los ciudadanos ya están hartos de los paseíllos y telegenias de estos políticos, tan mediocres como irresponsables, que se comportan como si España no tuviera necesidad y urgencia de alcanzar estabilidad política para acabar con la incertidumbre y evitar que se desangre.  
Por eso, ya es hora de poner fin a esta representación y, vista su incapacidad para cumplir el mandato de las urnas, que nos dejen volver a votar, que es el hecho sustantivo de la democracia. Entonces, encontrar un Alejandro Magno que corte o desate este nudo gordiano ya dependerá de nosotros. 

EL NUDO GORDIANO POLÍTICO

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