¿Volverán aquellos jóvenes?

Cada vez que veo que una peregrinación recorre las calles de Santiago, sobre todo la que se reúne para partir desde la alameda compostelana, vienen a mi memoria aquellos felices finales de los 50 y cogido de la mano de mi abuelo materno Alejandro, gran acuarelista y profesor de dibujo, que en algunos de sus cuadros rememoró muchos de aquellos eventos, sobre todo uno : cuando los militares americanos, con sus monumentales instrumentos muy sonoros y vistosos, recorrieron las calles de Compostela.
También a mi memoria, pero ya en mis épocas periodísticas, viene la figura de un gran hombre de Iglesia, Jesús Precedo Lafuente, canónigo de la catedral y profesor de religión, que durante muchos años estuvo en contacto con los que hacíamos información para darnos las noticias –con papel de calco–, de lo que ocurría a diario en los Años Santos Jubilares. Y recuerdo que siempre hacía mención al año 1948-yo tenía un año- cuando miles de jóvenes españoles de Acción Católica recorrieron las calles de Compostela para postrarse ante el Apóstol Santiago. Nos recordaba que la Guerra Civil les había impedido celebrar el Año Santo Jacobeo de 1937.
Algunos de los que en aquellas épocas fueron jóvenes se van a sumar, cuando caminan hacia el centenar de años, al gran acontecimiento que se celebra en Santiago entre los días 3 y 6 de agosto: la Asamblea General de Acción Católica bajo el lema “Salir, caminar y sembrar siempre de nuevo”. Va a ser un encuentro de laicos de parroquia. Tengo entendido que algunos de aquellos jóvenes que caminan con paso firme hacia el centenar de años abrazaron votos sacerdotales y religiosos a distintos niveles.
Entre los que Acción Católica les tendió la mano no podemos olvidar a Manuel Aparici, en estos momentos en proceso de beatificación, gran impulsor de la organización y famoso por sus frases sobre el sentido de la peregrinación y el Camino Jacobeo en las que imperaba el sentido de unidad y solidaridad con los hermanos. Un colectivo de unidad de jóvenes que fue el germen de Cáritas, la institución con la que colaboro desde hace años.

¿Volverán aquellos jóvenes?

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