Navidad para todos

ivimos tiempos de Navidad. Vivimos tiempos de esperanza con los que construir espacios de vida, de novedad, de justicia y de fraternidad, para restaurar los derechos de todas aquellas personas que viven en situación de vulnerabilidad. 

Vivimos tiempos en los que toda nuestra actividad debe ser el resplandor de esa luz que envuelve nuestras almas. Buscando ser presencia activa, y un referente en valores en la sociedad, la campaña “Ama y vive la Justicia”, promovida por Cáritas para este tiempo de Navidad, emprende un camino hacia las fuentes, las raíces de nuestra esencia e identidad, para de este modo recordarlas.

Se trata de una invitación para construir un entorno, una sociedad sostenible para las personas y para el medio ambiente. Con ello se persigue adoptar un estilo de vida solidario y justo, participar de forma comprometida con gestos y acciones concretas para favorecer el respeto de los derechos fundamentales de todos. Este es el gran reto que nos debemos proponer en todas nuestras actuaciones. 

El desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad. Para alcanzar este objetivo es imprescindible poner en juego tres deberes: solidaridad,  justicia social y caridad universal. Es necesario luchar  por  la promoción de un mundo más humano para todos, en donde todos tengan que dar y recibir, sin que el progreso de los unos sea un obstáculo para el desarrollo de los otros.

El desarrollo social depende del cumplimiento responsable de las personas para gozar igualmente de los derechos que les corresponden. No será posible alcanzar estos si no ponemos en práctica principios  básicos  como son  la verdad, la justicia y el amor a los demás. Nuestra forma  de vida debe llevarnos a ser agentes de transformación en todos los ámbitos, personales, laborales, familiares, en los barrios y en todos los espacios de convivencia que hay en ellos. 

Debemos sensibilizar sobre la importancia de recuperar como valor la dignidad de todas las personas y la necesidad urgente de velar y hacer posibles los derechos fundamentales de cada uno como premisa para erradicar la pobreza y las situaciones de injusticia en el mundo.

Desde mi Telar semanal en estas páginas  hago una invitación a vivir con realismo y mirada esperanzada, a construir zonas liberadas para hacer posible la vida, la comunidad, los derechos y la justicia. Es mi sincero deseo para este tiempo de Navidad y para el año 2016 que vamos a comenzar.

Navidad para todos

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