LAS MONEDAS DE MONEDERO

Uno, en este largo caminar por la profesión periodística, no se acostumbra a oír a los políticos que  con demasiada frecuencia en lugar de hacer declaraciones sensatas salen por la tangente, pensando que los ciudadanos somos tontos o no nos enteramos de nada. Intentan que tengamos que comulgar con grandes  ruedas de molino porque ellos así lo han querido y pretenden formar y agrandar nuestras tragaderas a base de flagrantes mentiras, pensando que  por mucho repetirlas se pueden convertir en una verdad, como en su día descubrió el ideólogo del nazismo Goebles.
Y lo cierto es que a estas alturas en las que ya estamos del siglo XXI, con las redes sociales  echando fuego con letra impresa, es muy difícil que la mentira por mucho que se repita se pueda convertir en una verdad. En esa verdad que el político, eterno mentiroso, quiere que los demás escuchemos para engrandecer sus valores.
Todo esto viene a cuento  porque  yo era uno de esos  que pensaba que las nuevas generaciones  que se dedican a este noble, pero muy vilipendiado, arte de hacer política, habían aprendido la lección de sus  predecesores y se enfrentaban  a cara descubierta, y con la verdad como bandera, ante  sus posibles electores.
Y en verdad que me he equivocado. Los nuevos son tan mentirosos, o hacedores de verdades a medias, como sus predecesores en ocupar cargo de elección por medio de las urnas.
Las explicaciones dadas con bastante tardanza por Juan Carlos Monedero, tercero en el escalafón de mando de Podemos, ni las comparto ni las acepto.
Creo que  si fuera coherente con lo que pregonaba en la facultad,  en asambleas de calle, en actos públicos y durante la gestación de su grupo asambleario y posteriormente  partido político, tendría que haber dimitido cuando la información periodística  saltó al primer plano de la actualidad.
Y debería hacerlo por total y absoluta coherencia con lo que pregona.
En fin, Podemos más de lo mismo. Los mismos  perros con otros collares. O mejor dicho, con coletas nuevas.
Lo único que les pido es transparencia, y coherencia. El camino que llevan es muy parecido al que hicieron otros partidos políticos, ahora plagados de imputados y condenados. Para esa ruta necesitamos alforjas nuevas. Hasta ahora son muy viejas las que conocemos.

LAS MONEDAS DE MONEDERO

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