El globo sonda de la ministra

Es una tentación a la que no se pueden resistir los gobernantes. Los que se encuentran al frente del Ministerio de Sanidad buscan en el copago farmacéutico el salvavidas para intentar contener el gasto de la sanidad que, año tras año, se dispara en lo relativo a las prescripciones farmacéuticas. Y una vez más los jubilados vuelven a ser esa especie de saco de entrenamiento pugilístico al que se le puede pegar de forma permanente sin que haya respuesta por su parte.
El globo sonda de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, se pinchó el mismo día en el que le insufló el aire radiofónico en forma de manifestaciones en su tierra catalana. Eran las 21.31 horas del lunes día 9 cuando la máxima responsable de la política sanitaria se vio en la obligación de utilizar las redes sociales y firmar un tuit con el siguiente texto: “No es cierto que se vaya a subir el copago farmacéutico a los pensionistas con ingreso de más de 18.000 euros”. Ver para creer. Yo me inclino más por la inexperiencia política de la ministra, o también por la incontinencia verbal que tienen muchos políticos, sin medir las posibles consecuencias, cuando se ven ante un micrófono. De todos modos, creo que su globo sonda sirvió para medir la posible respuesta ante una iniciativa que los gobernantes siempre tienen en mente y que no se atreven o no saben cómo poner en práctica. La respuesta fue negativa: comunidades autónomas que tienen la competencia, partidos, sindicatos, asociaciones de jubilados y pensionistas etc. mostraron su disconformidad y alertaron de que no se puede seguir apretando el cinturón de los mismos contribuyentes.
Es cierto que el gasto farmacéutico se sigue disparando en los últimos tiempos. En su entorno se conjuran muchos factores, tales como el envejecimiento de la población, el bajo control que se hace de las recetas que dispensan los facultativos, la poca utilización de los genéricos y el almacenamiento casero de fármacos que hacen muchos pacientes.
La aplicación de nuevos tramos para el copago farmacéutico en Galicia afectaría a cerca del 20% de los jubilados y pensionistas. Una cifra demasiado alta. Es necesario tomar medidas para frenar el gasto elevado que generan las recetas médicas, pero no a cualquier precio y pagando la factura los de siempre. Los pensionistas ya nos hemos apretado bastante el cinturón. A ver cuando se lo aprietan los políticos.

El globo sonda de la ministra

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