Se garantiza silla y pupitre

El tema de la educación sigue estando en el primer plano de la actualidad, en la boca de padres y profesores, pero ocupa un lugar poco destacado en la agenda de los políticos, sobre todo los que tienen la potestad y la facultad de gobernar en estas épocas tan difíciles por las que estamos atravesando.

Hace tiempo que se vienen reclamando soluciones adecuadas para un problema que afecta a varios millones de niños y de padres que no saben que es lo que van a hacer con sus vidas, sobre todo las laborales, cuando sus hijos tengan que atravesar el umbral de la puerta del colegio y comenzar el nuevo curso. El tema, por desgracia, se ha ido dilatando en el tiempo. Sobre todo en la canícula veraniega y vacacional para los políticos que integran el Gobierno de España sin que en el horizonte se vislumbrasen propuestas adecuadas, tan solo ligeras iniciativas por parte de la ministra de Educación que, cada vez que acometía el tema, dejaba entrever que las soluciones deberían llegar de la mano de las Comunidades Autónomas con competencias plenas en materia de educación. Todo un galimatías que sigue sin tener un horizonte claro cuando en el día de hoy, jueves, se van a reunir telemáticamente los responsables educativos de las autonomías con los integrantes de los ministerios de Educación y Sanidad. Lo lógico es que del encuentro saliese un protocolo de actuación cuando faltan tan pocos días para que un nuevo curso comience a mover a varios millones de personas, alumnos y padres, a la hora de entrar en los centros escolares. 

En Galicia se viene trabajando con intensidad y analizando las distintas propuestas aunque la decisión adoptada por el ejecutivo no satisface a los sectores implicados. Y no lo hace porque entre otras cuestiones hay dos de suma importancia: que la ratio de alumnos por clase no puede bajar de 25 y que los escolares tendrán que usar durante toda la jornada escolar, incluidos los momentos de descanso, la mascarilla.

En todo este proceso lo único cierto es que los alumnos al llegar a la entrada de los centros tendrán el gel hidroalcohólico y que habrá mesa y pupitre. La distancia entre ellos es un problema de difícil solución. Como también lo será la toma de temperatura. ¿Lo tendrán que hacer los padres o al entrar en los centros escolares?

El curso, después del paréntesis de varios meses motivado por el confinamiento, se va a iniciar sin garantías. En el horizonte algunos países comunitarios en los que los alumnos volvieron a las aulas, pero a los pocos días tuvieron que ser cerradas para adoptar decisiones de gran calado que  no se habían previsto. ¿Ocurrirá aquí lo mismo? Esperemos que no, pero los pronósticos no son buenos.

Se garantiza silla y pupitre

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