¿PARA CUÁNDO LA REMODELACIÓN REAL?

No sé si Alberto Núñez Feijóo tiene una libreta azul en la que va apuntando los posibles nombres cuando le toca hacer cambios, pocos hasta la fecha y muy forzados, en la Xunta. Ahora le ha metido un buen tijeretazo motivado por  la necesidad de colocar candidatos para las municipales. Me pregunto esto, puesto que en la presente reorganización obligada del Gobierno gallego las cábalas, los pronósticos y las posibles quinielas con mujeres y hombres ganadores no dieron una en el clavo. El jefe del Ejecutivo resolvió de una forma inesperada: cambiar un santo de peana –del Parlamento a la Xunta– y remover a un tecnócrata  al que apenas conoce nadie. Dos nuevos conselleiros que se suman a la nómina del equipo actual que firma en el Diario Oficial de Galicia al que se le sigue conociendo en círculos mal intencionados como penenes de la política autonómica.
La potestad de los cambios le corresponde  al presidente. Él decide quién sale o entra a formar parte de las reuniones deliberatorias del Consello da Xunta. Y para ocupar esos dos asientos, despacho, coche oficial y el mando en las competencias transferidas, eran muchos los postulados cuyos nombres corrieron por las listas tradicionales, pero pocos los  posibles elegidos.
Soy de los que creen que Feijóo desaprovechó una buena ocasión de hacer una remodelación en profundidad como se le pide desde muchos círculos cercanos al partido que preside. Era la ocasión propicia faltando año y medio para las elecciones, ir pensando en otro equipo de gobierno con el que afrontar el proceso electoral, que, si las cosas no cambian, puede resultar altamente comprometido si nos paramos a pensar en las otras citas electorales previstas que habrá antes de las autonómicas.
Insisto, creo que debería hacer una remodelación con mayor calado, ya que el agotamiento de miembros de su Gobierno es más que significativo en el trabajo desarrollado.
Cinco mujeres y tres hombres integran el Ejecutivo de Feijóo. De ellos, tres –vicepresidente, Traballo y Medio Rural– están desde el comienzo del mandato. Algunos de ellos formaban parte de lo que se conocía en la sede del partido como el gobierno en la sombra para hacer frente al bipartito que regía en aquellos momentos Galicia. De los tres conselleiros que acumulan mayor número de trienios, dos de ellas están  cuestionadas en los últimos tiempos. Y una tercera, que entró al correr el escalafón del Gobierno, es a la que más veces le han pedido su dimisión desde numerosos frentes. Las cosas de la sanidad, el trabajo y el campo y el mar piden, desde hace tiempo, nuevos bríos. Los que le pueden dar nuevos responsables.
Reitero, presidente, creo que ha perdido una buena ocasión. La marcha  forzada por usted de dos de sus conselleiros, como decía los mejores, pudo haber significado un empezar a contar con otros aires. Lo sucedido fue más de lo mismo, aunque en esta ocasión hubo que rebuscar más en las entrañas políticas del partido para elegir  a los responsables de las áreas vacantes.

¿PARA CUÁNDO LA REMODELACIÓN REAL?

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