Autonomías: ¿Agotadas?

Como periodista me gusta abrir carpetas para ver temas archivados y polvorientos que duermen el silencio de la información desde hace décadas. Hace unos días tiré de archivador. Busqué  en las placas identificativas. Me introduje en el siempre nebuloso mundo de la constitución del Estado de las Autonomías. Fue como meterme en la máquina del tiempo. Eran los finales  de los setenta y principio de los ochenta. Los territorios regionales, fundamentalmente Cataluña, Euskadi y Galicia, empezaban a mover fichas por medio de diputados y senadores para no perder el tren del futuro, en el campo de los posibles autogobiernos y conseguir sus Estatutos de Autonomía.
Políticos de vocación revividos después de cuarenta años con el partido único y abrigados con el manto de la Transición; periodistas moviéndonos en unos terrenos poco experimentados y conocidos; empresarios y financieros, intentando acomodarse al momento nos montamos en la misma barca para remar al unísono en unos momentos difíciles en los que unos militares intentaron frenar de golpe, y con un golpe, las ansias de cambio por las que cada uno de nosotros luchamos.
Revisando aquellos viejos papales, releo términos como autonomía, autodeterminación, independentismo, separatismo… Nada nuevo que después de algo más de treinta años nos asuste o llame la atención
En aquellas épocas ninguno podíamos pensar que tres largas décadas después al mundo autonómico le fallarían las fuerzas. En una palabra, que lo que fuimos construyendo pieza a pieza se desmorona como si de un castillo de naipes se tratase.
Somos muchos los que mantenemos que las actuales autonomías están atravesando por sus horas más bajas .Que les faltan fuerzas. Que se agotan… Y hago mías las palabras de Miguel Roca, más conocido ahora por defender la infanta Cristina que por ser uno de los pocos padres de la Constitución que queda vivo, que dio un aldabonazo cuando dijo: “El Estado de las Autonomías está agotado”. Y mientras tanto en las vías de circulación autonómica un posible choque de trenes entre el planteamiento separatista catalán y el resto de España.
Tenemos que pensar soluciones que puedan asumir nuestros jóvenes –muchos de ellos ya lejos de nuestras fronteras–, que sólo conocieron lo que tienen ahora. Y, en verdad, según los datos de las encuestas de las consultorías oficiales, no les satisface.
No se puede perder más tiempo. Es necesario conseguir el mayor de los consensos para reformar la Constitución y dar cabida en ella a un Estado Autonómico más acorde con el siglo en que vivimos. La palabra la tienen los políticos. Los que ocupan escaños en el Congreso y Senado y que son elegidos por nosotros en listas cerradas.

Autonomías: ¿Agotadas?

Te puede interesar