El túnel del Parrote y los lectores

Nuestros lectores-ironía  y buen decir como el amigo Jesús Garacía en “Estafeta”-escriben sobre el túnel de los horrores y recuerda el trenecito infantil de la feria y los sustos que sufría con actores que gritaban y golpeaban escobas. Ahora, alude a los viajes en automóvil particular o autobús por el túnel del Parrote, al filo del abismo o el accidente por consecuencia de los socavones y fisuras abiertas en la calzada por filtraciones de agua de mar. Mientras los responsables, Autoridad Portuaria y Ayuntamiento de La Coruña, mantienen duelo a pistola o sable desde el amanecer.  Con asistencia de padrinos y médico preceptivo… No tenemos remedio. Siempre repetimos itinerarios y errores. Por un quítame allá esas pajas se ha originado alarmismo innecesario y cabreo permanente entre los argonautas de Jasón tras el vellocino de oro-obra terminada el 4 de diciembre de 2015-y los ediles de María Pita que no autorizan su puesta en servicio hasta el 31 de marzo de 2016. ¡Nada más y nada menos que la friolera de 118 días cerrado! Sin querer evoco aquel túnel trasatlántico de mi peli infantil. O los de Guadarrama, San Gotardo e incluso el del Canal de La Mancha. Todos en óptimo rendimiento y con mayor longitud que el nuestro. Pues manda carallo, a la vista de los grandes ferrocarriles metropolitanos existentes en el mundo y los que acometen empresas españolas en Extremo Oriente o América; cuando acá también hacemos obras como Punta Langosteira. De ahí el trabalenguas revelador: La Coruña está tunelada. ¿Quién la desentunelará? El desentunelador que la desentunelarice, buen desentunelador será. 
¿Qué nos pasa? ¿Ignorantes poco prácticos? ¿Budas contemplándose el olvido y la casa por barrer? ¿Obligaciones contraídas de hacer que sustituimos por retórica trasnochada que el convecino no comprende? No olvidemos que al ciudadano le interesa el futuro-La Marina y aledaños-porque es el sitio donde vivirá...
 

El túnel del Parrote y los lectores

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