Peregrinos polifónicos

Como un Gonzalo de Berceo redivivo Joaquín María García de Dios nos lleva de romería a la iglesia de los Jesuitas (XIX encuentro coral Fonseca). Si bien la música no puede definirse con palabras tampoco puede ocultarse con silencios. Son los atributos invisibles de Dios. Lenguaje sencillo de sonidos que atraen a los peregrinos que acuden a la cita. Así el siglo XII y su “cuaderna vía” al introducirnos en el amor mariano. Concerto Tempo es una magnífica agrupación ferrolana dirigida por José Antonio García Mato, profesor del instituto de Ortigueira. Interpretaron redondas piezas religiosas. Armonía de almas. Serenidad. Reflexiones hasta “Nawba Isbahan y cantos de boda”, encrucijada de sugestivas culturas acompañadas por tambores a mano. 
El coro joven de la Orquesta Sinfónica de Galicia, Joan Company como responsable y al piano Uxía Vilar, iniciaron con canto de amor del siglo XVI. Empaste, musicalidad, filados. Entrega y buen hacer. Evocaciones lírico espirituales a María –que nos guarda del lobo– y a las heridas de Cristo.  Cerraron con “Requiem”, de Eliza Gilkyson. Destacaron solistas femenina y masculina además del recitado varonil.
Cerró el concierto la orquesta instrumental, pianista Alexis Díez González de Mendoza y coro de cámara de la Escuela Municipal de Música, todos bajo histriónica pero convincente dirección de Pablo Carballino del Camino. Muchas voces, incorporadas de otros grupos. Obras de Vivaldi, Victoria, Mozart, Hándel y Charpentier. Solistas triunfadores. Bien aceptado el “Edelweis” de Rodgers. Ante los clamorosos y reiterados aplausos, fuera de programa, cantaron con “abanicos” la mazurca de las sombrillas de “Luisa Fernanda”… Durante la presentación de últimos cantantes un “match-point” –fuerte olor a quemado de los cables adosados al suelo– salvado sin peligro alguno para ganar el partido.  

Peregrinos polifónicos

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