¿MERECE SAN AMARO UNA CHAPUZA?

Dos buenas amigas y lectoras, Luisa y Pilar, me piden encarecidamente que escriba sobre la limpieza, abandono, descuido y lamentable situación que presenta San Amaro, nuestro cementerio municipal. Afirmo lo que me dicen por cuanto soy muy reacio a visitar el camposanto coruñés. Pese a la belleza de nuestra necrópolis, asentada en la loma de una colina que desciende al mar, en la esperanza –¡quizá ilusoria!– que cuando morimos vivimos para una vida mejor... De todas maneras soy sensiblero y los románticos mausoleos, tumbas y nichos me dejan mal cuerpo. Así resuena en mi cerebro el “Miserere” de Fernández Ardavín con sus manos afiladas de trapenses y agustinos. Me inclino más, pese a su irreverencia, por el “Rascayú” con muertos que bailaban una sardana.
Pero lo cierto es que si San Amaro, para los deudos que asisten a charlar con los restos de familiares, no presenta un excelente estado de revista, es que algo falla. Los trabajadores que lo atienden culpan al Ayuntamiento y los hombres de María Pita y órganos de servicio descargan en los operarios que atienden el singular recinto. Como en “La Parrala” unos dicen que sí y otros que no con adivinanza esotérica que nadie entiende. Y solo pedimos avenidas y calles limpias, bruñido de nichos y ceniceros, mausoleos elegantes, cuarteles despojados de herbaje, retirada de flores ajadas. Además dependencias y servicios en buen estado, agua, luz, regaderas y basureros listos y a punto. Final del trayecto. El término del cuerpo es el que veis... Os nosos osos andan a espera dos vosos... La calavera de Yoricid esaminada por Hamlet, el sueño de la vida postulado por Segismundo o el adiós a Don Quijote que nos pide no tirar piedras al tejado de vidrio donde dormiremos todos... ¿Acaso nuestro hermoso cementerio no merece una “barridita” o que le apliquen una chapuza urgente?

¿MERECE SAN AMARO UNA CHAPUZA?

Te puede interesar