CARNAVALES DE DAR Y TOMAR

Nuestro periódico informaba días pasados del concurso de comparsas, celebrado en el Palacio de la Ópera, encendiendo de ironía la mecha del Carnaval. Acá somos muy disciplinados y cumplimos a pie juntillas los acontecimientos populares sin que ningún hosco Larra nos cierre la ventanilla con el “¡Vuelva usted mañana...!”. En esta España que nos roba el alma y en esta Galicia de nuestros amores tenemos para dar y tomar a lo largo y ancho del año. Así el monedero de pablemos a buen recaudo que, no solo trincan el talego –vía evasión fiscal sin dar explicación alguna–, sino que van de coléticos moralistas contra una casta universitaria que les mantiene abierto el grifo financiero del sueldo público para ejercer su apostolado antisistema. Trepas de esa casta odiosa –Madrid, Puerta del Sol, kilómetro cero–, ni de derechas ni de izquierdas, simples parias forraditos... y ¡pelillos a la mar...!
A mí me parecen unos pescadores espabilados –sin plan, red o caña– que roban en el río revuelto de la crisis y las luchas internas del gran partido refundado por el siempre admirado Pablo Iglesias. Pero, además, hay que echarle abultada jeta para exhibir a Tania, la novia ibérica, hablar de gente y pueblo y no de ciudadano. Declararse bolivariano genético para con el pajarito chavista establecer cabezas de puente griegas y españolas, conquistar Europa y hacernos pobres miserables, aplastada nuestra dignidad y roto el espíritu democrático nacional iniciado ya en los Concilios de Toledo y plasmado por nuestros procuradores al dirigirse al monarca, “Nos, que valemos tanto como Vos”.
La calle, sin embargo, semeja pertenecer a estos coletudos que imitan las concentraciones franquistas y pagan desplazamientos de seiscientos autobuses desde cualquier lugar para que asistan al guateque. Después, sus apologistas son patéticos buscando la camisa de su piel con descalificaciones horteras al invitado de honor.

CARNAVALES DE DAR Y TOMAR

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