Apogeo coral

La música es el lenguaje de los hombres cuando hablan con Dios. Tal entendió el público asistente al XIX encuentro de Música Coral Fonseca. Atronadores aplausos y bravos para los grupos que cerraron la brillante efemérides en la iglesia de los Jesuitas. “Canticorum” abrió marcha con “Ave María” de Victoria, preludio de equilibrio acoplado y hermosos contrastes melódicos. Tras recitar salmos de Isaías, versos al Rey, de Handel, galoparon las olas de Offenbach y su célebre “Bacarola”. También emocionaron al auditorio con la “Negra sombra” de Montes. Coronaron la feliz actuación con desafiante canto a la libertad “¿A quién le importa?, de Berlanga y Canut. Impecable y natural el director Pablo Méndez Carreira y metódico el pianista Álvaro Blanco Seoane.
Ocupó después el palco escénico el “Coro Sancta María Maris”, dirigido por excelso y conmovedor Daniel G. Artés –también en funciones de pianista para una obra de Bach- acompañado por la orquesta de cámara juvenil de la Escuela Municipal de Música. Con la excepción de una partitura de Palestrina –“Jesu Rex Admirabilis”- todas las demás son arreglos del director: “Ave María”, de Schubert; “Bist du bai mir”, de Bach; “Edelweis”, flor nacional de Austria; “Yesterday”, balada melancólica de Paul Mc Cartney; “Aquí llega el sol” de The Beatles y un grandioso espiritual “Todos cantan libertad”.
Cerró Pablo Carballido del Camino, al piano delicadísima Giselle Grau, con el “Coro Cantabile”. Muchas veces. Canción profana de primavera en el campo. A continuación obras religiosas de Busto, Haydn, Fauré y Mozart. Alegría. Fe. Esperanza. Singular broche de oro a las estupendas jornadas colectivas celebradas. Al final recuerdos y aplausos para la mano que mece la cuna y presentador, Joaquín María García de Dios, Ignacio Veloso, Jesús Gómez, niñas –azafatas y alguien que me guardo en la intimidad…