EL SISTEMA HIPOTECARIO ESPAÑOL

Nuestro sistema hipotecario se encuentra enfermo desde mucho antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, acontecido en el bienio 2007-2008. Durante años la banca, en general, y las cajas, en particular, actuaron de manera altruista y egoísta a la vez, para tener sujeto al hipotecado por el mayor tiempo posible, en condiciones favorables para su sistema y leoninas para el suscriptor de la póliza hipotecaria. Ahora resulta que después del gravísimo tropezón, la banca cambia el baremo y de la barra libre pasa a una selectividad de aspirantes a hipotecado, del mileurista, se ponderan los ingresos que deben tener, de 2,5 veces lo indicado, lo que deja a los banqueros sin poder alcanzar el dorado y a los ciudadanos el no acceder a una vivienda en propiedad. De modo que más de 11,5 millones de personas se verán privadas de este derecho con el parque de viviendas más abultado de Europa vacío. Muchas de las mismas sin terminar y con unos precios que no se corresponden con sus acabados, situación y calidad de los materiales. Muchas de las hipotecas han sido fallidas y han pasado a manos de la banca, pero, pese a ser un grave problema social, no es tanto para las entidades bancarias como lo es el crédito fallido de las sumas otorgadas a administradores y promotores inmobiliarios para el desarrollo de sus urbanizaciones, que en la mayor parte acabaron fracasando al no tener un estudio de mercado y engañarse cuando en pleno apogeo decían tener todo vendido y en muchos casos era una falacia y a la sombra de aquella fiebre subían los precios de forma desmesurada.
Los bancos tampoco hacían ascos al asunto y se sumaban eufóricos a la carrera inmobiliaria, pensando que aquello seguiría creciendo sin parar, pero la construcción tenía que caer de un momento a otro y en esta tesitura muchos hipotecados fueron cogidos en el medio. La banca prestaba más de lo debido, los tasadores hacían su trabajo con unos cálculos que no eran reales y los constructores se frotaban las manos ante el aluvión de ingresos.
Lo cierto es que en España el precio de la vivienda sigue estando un 20% por encima del real, entre los que no pueden acceder y los que están en el corralito hipotecario solo se puede solucionar su problema si existe una política social que palie esta circunstancia de lograr una vivienda en mejores condiciones de las ya firmadas, con una salida digna para todos aquellos que no pueden pagarla y se ven abocados al desahucio por la absurda política de vivienda. La ley actual no permite una interpretación, solo el cambiar la centenaria ley hipotecaria y adaptarla a los tiempos actuales.

EL SISTEMA HIPOTECARIO ESPAÑOL

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