LA SENTENCIA DE COCA COLA

No cabe duda de que el fallo del Tribunal Supremo, no deja a nadie indiferente, la primera batalla la han ganado los trabajadores. Enhorabuena. Pero la lucha sigue en su fragor hasta ver cómo termina el combate final. De momento el, ERE, mediante el cual fueron despedidos 800 trabajadores de la multinacional con sede en España, se considera nulo, dando la razón y avalando el fallo emitido por la Audiencia Nacional.
Al parecer la empresa vulneró el derecho a la huelga de sus trabajadores, sustituyendo la producción de Fuenlabrada por la de otras factorías que no estaban en huelga, dando la razón a los obreros y condena a Coca-Cola España, a la readmisión, lo que conlleva el pago de los salarios que dejaron de percibir desde el momento en que fueron despedidos, algo de lo que se dudaba tras de la última reforma laboral aplicada.
Todo este lío se inicia en enero del 2014, cuando la empresa embotelladora Coca-Cola Iberian Partners, pone en acción el despido colectivo de 1.190 empleados, que finalmente se queda en 821 y el cierre de cuatro embotelladoras, como consecuencia de fusionar las ocho plantas embotelladoras de la península en una sola empresa, en un proceso complejo del que Coca-Cola Iberian Partners, como empresa autorizada para envasar las bebidas de la marca, cierre de algunas fábricas, como Fuenlabrada (Madrid) Mallorca, Alicante y Colloto (Asturias)
Los sindicatos se niegan a aceptar el plan propuesto por la empresa, pero este sigue adelante por parte de los responsables de la firma embotelladora y la Sala de lo Social de la Audiencia, lo declara nulo y al ser recurrido ante el Tribunal Supremo, este también certifica su nulidad y da por tanto la razón al fallo de la Audiencia Nacional.
Entre los afectados hay varias decenas de la planta de Begano de La Coruña. Después de ser pública la sentencia, Coca-Cola Iberian Partners, afirma que acatará la resolución judicial, pero indica que no abrirá la fábrica madrileña ya cerrada de Fuenlabrada, mientras que los trabajadores pedirán su readmisión en la empresa, por tanto el frente de lucha está abierto, solo es cuestión de saber el ganador.
Carlos Marcos apuesta por la victoria final de los trabajadores, a los cuales razones no les falta para lograr su objetivo, en la esperanza de que ambas fuerzas, sociales y empresariales concilien sus diferencias y se abran los puestos de trabajo que se han suprimido.

LA SENTENCIA DE COCA COLA

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