Mercados municipales

La confusión que reina sobre los mercados municipales, no solo llama la atención de los usuarios, sino que en ocasiones les confunde. En concreto, el llamado mercado da Guarda, donado por la testamentaría del prócer coruñés Eusebio da Guarda y llevado a la realidad por sus dos hermanas Luisa y Rosa para que los vendedores ambulantes de La Coruña tuviesen un lugar donde vender sus productos en la zona de la Pescadería-Ensanche; por tanto, es un bien adquirido y donado para estas gentes a lo largo de la historia. En su lugar no se puede cambiar el motivo para el que fue levantado, sin hacer la correspondiente indemnización a sus herederos, de los que aún existen y cualquier cambio al respecto debe ser notificado para su aprobación. Siempre y cuando sea para eliminar dicho punto de la venta.

Dicho esto y para conocimiento de los que no sepan su historia, queda claro su cometido: una obra social para los placeros. Pero en este instante dicho mercado parece estar en horas bajas, existen muchos puestos vacantes y se abre unas horas de martes a sábado; los que están abiertos no son muchos, pero atienden al público. La confusión se halla en por qué los lunes no se abren los puestos y si el festivo de turno cae en martes tampoco se abren, pasando a ser el primer día de la semana el miércoles.

De hecho el pasado 19 de marzo, día de San José y festivo, no se abrieron en general dichos puestos, solo algunos aislados, cuya mercancía vendieron en la totalidad, pero la mayoría no lo hizo y la gente que acudió al mercado se quedó perpleja de que la víspera de un festivo no se hubiese abierto. Sin que el Ayuntamiento se preocupe en el desenvolvimiento de la parte del servicio que se debe prestar a la ciudadanía. El concejo deberá tomar medidas y propiciar la afluencia del público a dicho mercado, sería beneficioso para todo el mundo más movimiento mejor atención y el comercio del entorno también lo agradecería con más ventas y una amplitud de horario vendría bien.

Ahora bien, para realizar una efectiva y solícita evolución del mercado da Guarda sería preciso, en primer lugar, que la acera que da al mercado, fuese solo de aparcamiento controlado de veinte minutos y que no pudiese aparcar en el lugar ningún otro vehículo, incluidos los de reparto en las horas de venta al público y que los vendedores, tal como acontece hoy no estacionasen en la propia plaza, sino que tuviesen facilidades para hacerlo en el aparcamiento del interior, al igual que los clientes que así lo decidiesen. Un aparcamiento público debe llevar implícita su labor social, por estar edificado en suelo municipal y eso es algo que se debe tener en cuenta a la hora de subastar el tiempo de caducidad de la concesión y el que no cumpla las exigencias descartarlo.

El propio mercado hace una gran labor social, con la que fue fundado bajo la idea de aquel benefactor coruñés, la cual debe perdurar; sus placeros y placeras, velar para que el mercado sea un referente en La Coruña y sobre todo en la privilegiada posición en que se halla.

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