¿Estado fallido?

Esta es la pregunta, la respuesta es otra pregunta ¿Camina España hacia un Estado fallido? No todos los indicios demuestran esta valoración, pero los hay muy preocupantes y están rigiendo los destinos de nuestro actual país, desde la vicepresidencia, se lanzan proclamas y soflamas que insuflan los cimientos más radicales, como si España, que vive en el siglo XXI, estuviese anclada en los albores del XIX, en las luchas intestinas de realistas y radicales liberales en sus enfrentamientos acerca del porvenir español. Aquello finalizó como cabía esperar en luchas fratricidas que descolgaron a España del desarrollo político, social y económico  que imperaba en Europa.

Ahora seguimos en las andadas del pasado y los pregones de Iglesias con el visto bueno de Sánchez, no auguran nada bueno, al querer traer en su mochila una especie de república a su medida, lo que acabaría por convertir a este país, en un Estado fallido y sus nefastas consecuencias en todos sus aspectos, al querer  caprichosamente cambiar el modelo monárquico constitucional, por una república plurinacional, invento del vicepresidente. Que daría derecho a las autonomías que decidiesen convertirse en estados independientes y acabar de un plumazo con la unidad de España y con ello se declararía como Estado fallido, al desaparecer la nación española y en su lugar un cúmulo de pequeños estados.

La Monarquía española es constitucional y el rey solo es representativo, sacar a colación lo acontecido con el Rey emérito, no es otra cosa que desprestigiar la Corona para la procura del advenimiento de una nueva república caótica que solo sirve para liquidar España como nación y dado el gobierno que tenemos se está haciendo desde dentro todo lo posible para que nuestra Constitución de 1978 sea también fallida, como el resto de las Cartas Magnas habidas en este país desde 1812, que fue la primera y bautizada como “la Pepa”, al haber sido aprobada el 19 de marzo, día de San José.

España es una de las 20 democracias del mundo que cuenta con una buena calificación, de las cuales 12 son Monarquías Parlamentarias y Constitucionales, lo que venga, es lo desconocido de la constante trama que siempre trajo funestas consecuencias para España, la actual Monarquía aglutina todos los pensamientos, las pasiones e ideario de una nación, no apartando a nadie de regir sus destinos, quizás por eso, España, es diferente de sus socios europeos.

Serán los tribunales españoles los que acaben tomando las riendas de dar solución a la desbandada política que vive este país. El Alto Tribunal del Estado, junto con el Constitucional, deben velar por la seguridad jurídica del marco en que se basa la Constitución de los españoles. Las fuerzas políticas son elegidas para que guíen el progreso de España, no que la empantanen con su ideario desfasado de época y si no cumplen el Tribunales Supremo y Constitucional deben poner orden en todo este asunto tan enmarañado antes de que se vaya de las manos. Con razón decía el poeta. “Españolito que vienes al mundo, una de las dos Españas, a de helarte el corazón. Tanta validez tiene ahora estos versos como antaño lo fueron.

¿Estado fallido?

Te puede interesar