¿DÓNDE ESTÁN LOS JÓVENES CORUÑESES?

Es de advertir públicamente que La Coruña cada vez cuenta con menor número de jóvenes de edades comprendidas entre los 20 y 35 años, así lo demuestra el padrón de habitantes municipal. Desde el año 2011 para aquí, los barrios coruñeses han perdido casi 6.800 jóvenes y la tendencia sigue a la baja.
Cómo es natural esta caída de población no ha sido por igual en todos sus barrios, ni tampoco por el tipo de sexo; la situación más llamativa es la de Mesoiro y Castro de Elviña, donde la población situada en dicha franja se desplomó en 803 jóvenes, siendo por tanto el distrito noveno el peor parado, al descender un casi un 26% su población registrada.
Luego está la barriada del Agra del Orzán (sexto distrito) con otra caída de casi el 17%, lo mismo acontece con Los Mallos y la Sagrada Familia (cuarto distrito) y Los Castros-Elviña-Castrillón (séptimo distrito) se deja por el camino otro 15% y así sucesivamente en todos y cada uno de los barrios coruñeses, los que mejor se comportan.
Dentro de los números negativos que no llegan a los dos dígitos, son el distrito uno, por los pelos, que se corresponde con la Ciudad Alta-Ensanche y el distrito décimo de La Grela-Bens, que es el mejor situado con una pérdida de población juvenil del 7%.
Ante este desolador panorama de la pérdida de brazos juveniles, a qué causa-efecto se puede achacar este alarmante dato lógicamente está, la falta de perspectivas de futuro en un entorno cercano en el mercado laboral local, unos contratos irrisorios en tiempo y ocupación que propician la desilusión juvenil y por lo tanto se ven abocados a una forzosa emigración, bien a otros lugares peninsulares de más futuro económico y de estabilidad laboral o la salida al extranjero de muchos jóvenes muy bien formados, y donde quizás hallarán las oportunidades de trabajo que se le niega en La Coruña.
Nunca hemos visto marchar a unas generaciones más preparadas de lo que ahora vemos a diario y esto es una cuesta abajo sin remedio de solución a corto-medio plazo.
Lo que contribuye negativamente a un cambio generacional tanto en las empresas como en las familias y, por tanto, tampoco se revitaliza la ciudad en las condiciones que debería hacerlo.
Así las cosas, estamos ante unos datos engañosos en cuanto a la creación de empleo, ya que no solo no se crea, sino que se destruye al emigrar nuestros jóvenes a otros lugares en los que contribuirán a mejorar su nivel de vida y al desarrollar los pueblos que les acogen. Un dato frío del número de parados sin más explicación no dice absolutamente nada, es un engaño.
Para Carlos Marcos, de Unión Coruñesa, los electores tienen en la mano la potestad de realizar un profundo cambio por el bien de nuestra ciudad en estas cercanas elecciones municipales para dirigir la alcaldía en los próximos cuatro años.

¿DÓNDE ESTÁN LOS JÓVENES CORUÑESES?

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