¿Conjura política?

Existen síntomas acerca de esta afirmación que esboza el alcalde coruñés o es simplemente una salida de tono sin justificación alguna con respecto a lo actuado en la cesión de la cárcel. Todo indica que se trata de una cortina de humo para evitar las responsabilidades a que hubiese lugar, en el caso de haberse hecho mal en algún concepto que la justicia estime no justo en su relación con la base derivada de dicha cesión al municipio.

La justicia incoa tras una denuncia un expediente que tendrá que dilucidarse si existe base legal para llevar a efecto una sentencia firme, llegado el caso. Ponerse la venda antes de la herida es un tanto llamativo de que la Marea esconde algo detrás de este asunto. No es normal que sé de tanta importancia, si como estiman los responsables municipales no es para tanto. Según Xiao Varela, la denuncia es “desquiciante y desproporcionada”. Cuando no debe decir nada que no sea la realidad para la que ha sido cedida la antigua cárcel y que todavía está sin aclarar y cómo se han invertido fondos municipales en aquella sin el debido control de la oposición; esos son fondos públicos y deben estar sujetos a control del pleno municipal.

Por su parte, el alcalde tampoco debe entrar en un camino de espinas y apoyar a la concejala causante de la acción por la cesión para fines nada claros y con retraimiento de los fondos públicos. La denuncia en sí tiene un recorrido, pero la alarma encendida por la Marea aparenta más gravedad de lo que a simple vista se ve. Sus miembros temen que les empañe su falta de gestión al frente del municipio o quizás algo peor. Lo cierto es que la justicia tiene que actuar y dejar claro lo que ha ocurrido con este embrollo y si hay culpable de haberse saltado la ley que se pague por ello, pero a ser posible que sea de forma personal, en quien tomo dicha medida y no a cuenta del erario público, cargando contra todos los coruñeses.

Los fantasmas que alega el alcalde no existen, ni tampoco las conspiraciones políticas. Eso es modo y manera de otros tiempos ya pasados afortunadamente de las dictaduras. La democracia se basa en la igualdad jurídica y en cumplir las normas a rajatabla, defender las leyes, cumplirlas y hacerlas cumplir, de modo que los jueces dirán el sentido que tiene todo este asunto.  Poner a cada uno en su lugar es el motivo de que la justicia actúe, cuando se sospecha de que algo no huele bien. Poner la venda antes de la herida da lugar a la duda de no haber actuado en la forma correcta y eso no ayuda a la hora de acudir a una cita electoral tan próxima como es la de mayo. No sirven para ello las excusas, sino el planteamiento de ser honrados en todos los sentidos, de haber hecho bien las cosas y la duda asalta a los ciudadanos si con esa disculpa no se habrán hecho mal y ahora, como explicar a los coruñeses ese temor tan infundado que se tiene de que todo se puede torcer por una simple denuncia ante el juzgado.

No cabe duda de que el ambiente palaciego de la plaza mayor coruñesa, anda muy agitado y revuelto a escasos tres meses de la cita electoral. Las aguas bajan turbias para la Marea.

¿Conjura política?

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