Riesgo mortal

Con las vacunas ocurre igual que con cualquier medicamento: son buenas contra algo, pero pueden tener efectos secundarios, a veces muy graves. No hay más que leer los prospectos, si tienes huevos. Lo mismo ocurre con cualquier intervención quirúrgica.
Sobre la decisión de ponértelas, tomarlos o dejar que te corten, hay dos opciones: una,  prescripción facultativa; y dos, tú debes aceptar los riesgos que puedan causarte.
Se entiende que quien prescribe y corta sabe de qué va la cosa, y valora los efectos beneficiosos sobre los secundarios posibles. Pero el paciente, que generalmente no tiene zorra idea de qué va la cosa, debe valorar los riesgos y, en un acto de fe, aceptar sus criterios.
Y si algo sale mal, joderse, por estar informado previamente. A veces es difícil tomar una decisión. Creo que si hubiera una vacuna contra el Partido Popular, mucha gente correría a vacunarse, huyendo de –y aceptando– un riesgo mortal.

Riesgo mortal

Te puede interesar