El momento de gloria

Ernest Maragall ha sido efímero presidente del Parlamento de Cataluña. Su único mérito para ostentar tal honor es la fecha de nacimiento que figura en su carné de identidad. No pertenece al partido que ganó las elecciones ni ha sido el diputado más votado, pero el procedimiento señala que la Mesa de Edad de la cámara debe estar presidida por el diputado más longevo, al que acompañan los parlamentarios más jóvenes. A pesar de esta situación, Maragall aprovechó su momento de gloria para pronunciar un discurso en el que arremetió contra un Estado que solo sabe “humillar y castigar”, contra las instituciones españolas y contra el gobierno central por la situación política provocada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Toda su intervención ha tenido un tono más propio de un mitin de partido que de una declaración institucional. Y parece evidente que Maragall se ha extralimitado. Es legítimo que se sienta indignado, que considere al Gobierno español un enemigo, que defienda la independencia y la república como forma de gobierno para su país. Y tiene derecho a expresarlo. Pero como por su condición no le faltan tribunas para difundir sus opiniones, no parece que la fugaz presidencia que ha ocupado en la sesión constitutiva de Parlament fuese el lugar idóneo para expresar esos sentimientos particulares, seguramente compartidos por muchos diputados catalanes, es verdad, pero que tienen su contraparte en los sentimientos de otros muchos parlamentarios indignados con la actitud de los anteriores gobierno y parlamento catalanes, a los que Maragall no ha puesto voz.
Contrasta la actitud de Maragall con la del nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, que ha mostrado un tono conciliador al pedir y ofrecer “diálogo, colaboración y respeto”, al manifestar su deseo de “contribuir a unir a la sociedad catalana” y al prometer su compromiso de que la “democracia y la convivencia” sean los pilares de su mandato. Sabemos que, a veces, las palabras se las lleva el viento. Pero las palabras son también importantes en momentos críticos.
De hecho, Torrent, que hasta ahora se presentaba en Twitter como “diputado del Parlamento de la República catalana” ha modificado su biografía en cuanto ha sido elegido. Ahora ya sólo es el “15 president del Parlament de Catalunya”. Ni más, ni menos.

El momento de gloria

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