Funeral morado

Podemos, el movimiento que hace cinco años irrumpió en la política con la pretensión de “asaltar los cielos” y acabar con la clase política a la que despectivamente tildaba de “casta”, atraviesa por una crisis existencial. La lucha de poder entre dos de sus fundadores, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, es la expresión de males de fondo de superior calado y va más allá de la ruptura personal entre quienes eran amigos hasta que la política les convirtió en competidores. 
A lo largo de estos años Iglesias no ha cejado hasta convertir el movimiento asambleario en una organización con estructura y funcionamiento piramidal. Una organización similar a los partidos comunistas clásicos cuya norma gira en torno al culto a la personalidad del líder. En el caso de Iglesias un liderazgo excluyente que no admite errores y lleva mal las discrepancias. 
Siempre se ha negado a admitir que fue un error no apoyar a Pedro Sánchez en 2016 cuando votó junto al PP contra su candidatura. Creyó que podía dar el “sorpasso” arrebatando al PSOE la cabecera de la izquierda. No lo consiguió. 
Error fue, también, apoyar a los separatistas catalanes cuando apostaron por celebrar un referéndum ilegal. De hecho Iglesias mantiene esa misma estrategia, de manera que cuando un error se repite deja de serlo y se convierte en una opción. 
Podemos ha pagado con pérdida cuantiosa de votos en las elecciones andaluzas. Dentro de Podemos Iglesias ha ido perdiendo apoyos y autoridad moral. El episodio de la compra del chalé que en un acto de narcisismo difícil de explicar sometió a consulta entre los inscritos avergonzó a muchos. Y fue labrando descrédito. 
Otro tanto sucedió al desplazar a Errejón de portavoz en el Congreso para nombrar a Irene Montero. A lo largo de estos años fueron extrañados cuantos no compartían sus criterios. Pero Errejón le ha salido respondón. En vez de arrugarse o dar un paso al lado ha trabajado una alianza con Manuela Carmena. La alcaldesa es una figura intocable para la parroquia de izquierdas. Por eso Podemos anuncia que no presentará lista propia a la alcaldía de la capital. El Consejo Ciudadano Estatal se reúne hoy papel para decidir la estrategia ante los diversos conflictos que tiene abiertos y visto el declive que pronostican las encuestas. Más que una asamblea, la reunión tiene aires de funeral.

 

Funeral morado

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