Abandonados

Pedro Sánchez está a punto de cometer el error político del que Felipe González libró al PSOE en Cataluña. Un error que, en cambio, no supo o no quiso evitar Zapatero. Hablo de amparar la política de un PSC que lleva años aprovechándose de los votantes tradicionales del PSOE para conseguir escaños -o incluso llegar al Gobierno de la Generalidad (Montilla)- para luego olvidarse del compromiso socialdemócrata sacrificando sus ideales de justicia social e igualdad en el altar del nacionalismo identitario.
Hace veinte años el PSC era el primer partido de Cataluña. Ahora se encuentra en la cola solo por delante del PP. Se lo han ganado a pulso enredando (especialidad de Miquel Iceta, su secretario general) y flirteando con el discurso de los nacionalistas que ahora se han quitado la careta para declararse independentistas. Es de justicia reconocer que al día de la fecha Iceta no apoya el referéndum del 1 de Octubre que pretenden celebrar los independentistas, pero no es menos cierto que algunos de los miembros de la dirección del PSC y unos cuantos alcaldes que defienden el “derecho a decidir” han declarado públicamente su apoyo a la consulta.
El PSOE fue importante en España cuando en las elecciones legislativas ganaban de calle en Andalucía y en Cataluña. Pero hace tiempo que perdió el voto mayoritario de los catalanes muchos de ellos emigrantes o hijos de emigrantes. “Charnegos”, en el discurso despectivo de los separatistas. La decadencia empezó el mismo día en el que la dirección del partido se dejó abducir por los postulados nacionalistas. Las votantes tradicionales tradujeron su desconcierto en abstención. Tenían -y siguen teniendo grandes problemas-: paro muy elevado, familias sin apenas ingresos, deficiencias en la Sanidad y retrasos en las consultas, preterición del castellano en los colegios, abandono en los servicios ferroviarios de cercanías, etc, pero mientras todo eso sucede, la cúpula del PSC -ahora en sintonía con la dirección del “nuevo” PSOE- dedica sus afanes a impulsar un reforma de la Constitución, que dicho sea de paso, no parece despertar gran entusiasmo entre los desconcertados votantes del PSOE en Cataluña. No me extraña que el PSC esté como está en las encuestas. Los votantes socialistas de toda la vida se sienten abandonados. Por no decir traicionados.

Abandonados

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