Vientos de fronda en María Pita

Alborotado anda el gallinero en la Casa grande de María Pita. Dicho Ayuntamiento es lo más parecido que darse puede a un escenario de peleas de gallos. Dejemos a un lado las ronchas que han levantado nuestros comentarios acerca del gran número de fontaneros o abrazafarolas con que cuenta el Gobierno (¿?) municipal y que han despertado múltiples susceptibilidades entre los funcionarios que lo son por rigurosa oposición. Por ejemplo, cuando el portavoz de Esquerda Unida, sr. Santiso, se atreve a decir que el alcalde Carlos Negreira “ten a mesma conducta irresponsable coa “Pokémon” que os populares de Compostela”, gravísima acusación, cuando aún está calentita la sentencia sobre los concejales de Santiago. Y crecido, Santiso afirma que Negreira “respaldou aos imputados”, “apesares das discutibles probas que demostran as irregularidades e falta de ética en algúns membros do goberno e persoal de confianza”.
Bueno, bueno, bueno, queridos lectores, lo dicho por Santiso riza el rizo de la especulación gratuita, salvo que tengan pruebas irrefutables, en cuyo caso Negreira debería abandonar el sillón “echando leches”. De lo contrario, se avecina un contencioso gratuito que va a dejar el Gobierno municipal hecho unos zorros.
Pero un servidor de ustedes casi alucina en colores al leer las “diez de últimas” a cargo del señor Santiso. Helas aquí: “cando se manteñen gobernos propios dun banquillo de acusados faise un dano irreparable á democracia”. Si esto no es tirar con bala, que venga Dios y lo vea. Pero es que el inefable Santiso fue bastante mas lejos cuando se empeñó en recordar las grabaciones que contiene el sumario de la operación “Pokémon”. En dicho sumario se recogen conversaciones entre el que es mano derecha de Negreira en el Ayuntamiento, Julio Flores, y el delegado de Vendex en Galicia, José María Tutor.
En fin, que puestos ya en la ruta que lleva a las nuevas elecciones, Negreira tendrá que cambiar de comportamiento, si quiere que la remodelación de la Marina dure algo más que un merengue a la puerta de un colegio. Es decir, si quiere “recuncar” como alcalde.