“Prometer y no dar...”

Eso: “Prometer y no dar a los tontos hace alegrar”, dice el sabio refranero español. Y para mí que por tontos nos tiene a los coruñeses el alcalde, señor Negreira. Y no es que lo diga yo, sino que basta con leer los titulares de nuestros periódicos para comprobar la realidad de nuestro aserto, a saber: “PSOE y BNG acusan a Negreira de incumplir la promesa de construir escuelas infantiles”. ¡Arrea, manco! O este subtítulo: “Aseguran que la única guardería la creará la Fundación Amancio Ortega y la gestionará la Xunta”. ¡Más arrea, manco! Hay un axioma que es cierto en todos sus términos: el que calla, otorga. Con toda impaciencia esperé varios días, bastantes, para ver si Negreira desmentía con hechos o, al menos, con palabras las declaraciones de socialistas y bloqueiros, pero; que si quieres arroz Catalina, Negreira hace gala de su mutismo. Él, a lo suyo: inaugurar desiertos pétreos, alternar en ferias antihigiénicas o anular la festividad de la Virgen del Rosario.
Y así de esta guisa, se acerca Negreira a los comicios municipales, poniendo en solfa una tremenda argucia tipo proverbio: “Predícame cura, predícame fraile: por un oído me entra y por el otro me sale”. Mientras, La Coruña pedagógica se va al carajo. Por ejemplo, los socialistas juran y vuelven a jurar que hay ¡doscientas! familias coruñesas en lista de espera sin plaza escolar. Pero la frase que formulan como resumen de las andanzas negreirenses no tiene desperdicio: “Eso sí, Negreira no se sonroja al presumir de incluir una escuela infantil de una entidad privada en la red municipal con el único objeto de maquillar su mala gestión en esta materia”. Cuando Negreira perdía el culo en la campaña electoral para conseguir el voto coruñés, prometió construir guarderías en Os Mallos, Cuatro Caminos, parque de Oza y Linares Rivas y ampliar las de Los Rosales y Mesoiro.
¿Resultado? ¡caca de la vaca! Últimamente, la moda es decir: “¡Mientes más que Pujol!”. Pues eso.

“Prometer y no dar...”

Te puede interesar