Nos toman por tontos

Yo les preguntaría a determinados miembros del Gobierno municipal del Ayuntamiento de La Coruña si estos señores toman por tontos a los ciudadanos coruñeses, porque hay indicios de que algo de esto hay. De otra forma en qué cabeza cabe que ahora el malhadado Julio Flores reconozca su voz en las grabaciones que le acusan y antes negase la mayor. Y el tal Flores, en un ejercicio de cinismo que no tiene precedentes en la historia de la vida municipal de La Coruña, llegó a agradecer que, esta vez, el equipo técnico utilizado ha sido “infinitamente mejor” con lo cual en esta ocasión él ha tenido todo más claro. O sea, que se acerca peligrosamente al borde de abismo. Qué cosas pasan. Pero hay algo todavía más jocoso: Alega el alcalde Negreira –¡pobre Coruña!– y asegura que no se tomará decisión alguna sobre el futuro político del inefable Julio Flores hasta que acabe la instrucción de la operación “Pokémon”.
No es capaz de entender el “coitado” que con estos reiterados retrasos está creando un hoyo cada vez más profundo en la reputación del Gobierno municipal, hasta el punto de que ya hay peperos en nuestra ciudad que se quejan de la milonga que está protagonizando el alcalde, ya que la reputación político/municipal de nuestra ciudad está siendo puesta a los pies de los caballos. Y muchos de estos peperos –que han conversado con un servidor– dicen que no les llega la camisa al cuerpo en relación con las cada día más cercanas elecciones municipales. Si a ello añadimos la “desfeita” de los barrios –por ejemplo, el Orzán, y también, por ejemplo, Os Castros– y si a ello añadimos el descontento de toda la Ciudad Vieja por haber “apeado” de su festividad a la Virgen del Rosario y si a ello añadimos el “apagón” de aquel farol que se tiró Negreira de que él restituía el “La” de La Coruña en cinco minutos, cuando el “cabo furriel” Feijóo le mandó parar y si a todo ello sumamos los desastres cotidianos que desde el Ayuntamiento ofenden al ciudadano y al mismísimo funcionario municipal por oposición (la epidemia de fontaneros de Negreira, por ejemplo), tenemos un panorama preelectoral que no digan dueñas. Flores, por ejemplo, no tiene que hablar “del apoyo del alcalde”, sino del apoyo (¿?) de los ciudadanos que son los que le están sufriendo.
Y es que pase lo que pase, el tremendo “manchón” ya está ahí.

Nos toman por tontos

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