¡HOLA CORRUPCIÓN!

Ya sabe el lector amable que la corrupción y el fraude son la segunda preocupación –gran preocupación por cierto– de todos los españoles de a pie. A banqueros, prebostes y políticos les preocupa un carajo. La primera preocupación es el paro. Bueno –digo: malo– pues el presidente del Gobierno, el teñido Rajoy, ni tan siquiera se dignó mencionar tan grande preocupación en aquella desangelada rueda de prensa que protagonizó en fin de año. A él la corrupción no le preocupa, aunque tenga imputados de su partido por los cuatro puntos cardinales de España. ¿No es esta actitud un cierto desdén a la ciudadanía? Pero es que el PP se comporta así habitualmente y de esta forma evita depurar responsabilidades ante las “cositas” que vienen sucediendo en su partido. Fue el mismísimo Rajoy quien en su día dijo que Bárcenas “ya no estaba en el partido”, mientras se le seguía pagando una astronómico sueldo. También fue Rajoy el que negó dinero negro en el PP, en tanto la sede central acaba de ser registrada por orden judicial, buscando precisamente pruebas de que sí hay dinero negro.
Y estalló el caso Bárcenas y estalló el caso de las facturas falsas y el fraude en los cursos de formación de UGT, que aquí hay para todos. O el engaño de la escritora fantasma Amy Martin en la Fundación Ideas del PSOE. Ya nada les cuento del caso Nóos con un Urdangarín sentado a la mesa real por Navidad. O el caso ITV con el desplante obligado de Oriol Pujol, o el caso de los ERE andaluces socialistas. O los procesos de Baleares con la Munar en prisión y así sucesivamente. Y el caso Matas. Y el caso Blesa. Y más. Y más. Pero el coitado Rajoy pasó por el tema corrupción “sin romperlo ni mancharlo”·.
El cáncer se ha extendido por órganos clave del cuerpo social. El rey se ha referido a la regeneración de la vida pública. ¿Se habrá enterado Rajoy? Claro que yo no puedo olvidar que un tal Urdangarín se sentó a la mesa regia en una “noche de paz”. Si alguien es capaz de interpretar al arcano, por favor: que me lo explique.