Chacón: Cospedal bis

La exministra Carme Chacón visitó la Asamblea Confederal de UGT tras asistir al Comité Federal del PSOE. Cándido Méndez, secretario general de la citada central, dijo al finalizar el acto: “No hemos invitado a nadie, los que han venido lo han hecho por su compromiso con la democracia y la clase trabajadora”. Y en el paroxismo de la felicidad indicó a los 760 asistentes que entre ellos estaba una persona “que nos ha llamado para venir desde muy lejos” y añadió: “Una persona afiliada en la rama de educación del sindicato: Carme Chacón”. En el mismo instante muchos de los presentes aplaudieron y vociferaron: “¡Presidenta! ¡Presidenta!”. Y doña Carme –versión socialista de la popular Cospedal–, no cabía en sí de gozo y sonreía y saludaba, “demudada la color”. La dama había venido de Miami, donde ejerce como profesora del Dade College. Estuvo en Madrid menos de 48 horas, porque el lunes inmediato tenía que impartir clases de nuevo.
No intervino en el Comité Federal y votó a favor de la candidatura europea que diseñó Rubalcaba. El PSOE ha cerrado filas en relación con la candidatura en que va Pepiño Blanco, y ello a pesar del cabrero que ha causado la lista. Un amplio porcentaje de los secretarios generales regionales están que echan chispas porque sus peticiones fueron arrumbadas. Blanco tuvo que enfrentarse a la dirección y necesitó el apoyo del PSOE gallego para entrar en un misérrimo décimo puesto. Hay que decir que ni Rubalcaba ni su número dos y candidata, Elena Valenciano, podían ver a Pepiño ni en pintura. Ni Rubalcaba ni la Valenciano querían que su lista se convirtiese en un cementerio de elefantes. Tampoco hay que olvidar que hasta el año pasado Pepiño estuvo imputado en el caso Campeón, que fue archivado. La gran triunfadora de todo este pifostio ha sido la líder socialista andaluza Susana Díaz, que ha colocado a tres candidatos en puestos de salida.
Algo quedó claro. Que la pizpireta II, Carme Chacón –la pizpireta I es la pepera Cospedal– volvió a Miami “en olor de santidad”, jaleada por la masa sociata y presumiendo más que un ratón encima de un queso.