Carpetazo a las cajas

En mi comentario de ayer me refería a los ya condenados en firme por el tremendo escándalo/estafa de Caixa Penedes. Hoy damos cima a dicho comentario, exponiendo algunos extremos que completan el artículo. Hay que poner de manifiesto en este tema la labor de la Justicia, pero hay que tener en cuenta también que ninguno de los ex directivos de Caixa Penedés era aforado, lo cual ha contribuido a la mayor rapidez con el procedimiento. Pero aquí llega Paco con la rebaja: En España, en la actualidad, hay más de cien consejeros y directivos de cajas de ahorro que continúan imputados en distintos casos y pertenecientes a varios partidos. A saber: además de Penedés, están Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa, CAM, Bancaja, Castilla-La Mancha, Banca Cívica, Eurobank y suma y sigue, sin echar en saco roto al bueno de Miguel Blesa, que está encausado por operaciones fraudulentas en su época de presidente de Caja Madrid. ¿Y qué ha pasado con todos los “angelitos” que posiblemente, en algunos casos, serán “enchironados”? Pues hay de todo, ya que se investigan desde operaciones irregulares como la concesión de créditos sin garantía a directivos y amigos, hasta la autoimposición de indemnizaciones millonarias.
Pero hablando en Román paladino: la sentencia de condena a los ex directivos de Caixa Penedés ha de servir para reconciliar a los españolitos de a pie con la Justicia.  
Si el ejemplo cunde, veremos a más delincuentes de cuello duro pagando, en estricta justicia, los platos económicos que rompieron. No hace muchos días, en las elecciones europeas, quedó claro el rechazo a los poderes públicos establecidos en Europa en general y en España de una manera particular, sangrante y ejemplarizante. Hasta ahora cabe decir ya que, al menos en Caixa Penedés, la sensación de impunidad que venían teniendo los poderosos que han delinquido que se está viniendo abajo y el sistema judicial empieza a dar respuestas a la demanda de justicia que tiene el pueblo español.
Desde aquí deseamos que esa justicia se demuestre en el vidrioso caso de Novagalicia. Amén

Carpetazo a las cajas

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