Un nuevo líder para el PP

el partido que ha aglutinado al centro derecha en España durante los últimos veintiocho años ha elegido un nuevo líder. Los compromisarios del PP se han decantado por una persona joven, 37 años, apasionado desde hace tiempo por la política, sin excesiva experiencia en la gestión pública, pero con un discurso cargado de principios y valores que es lo que a la postre le ha dado la victoria frente a la otra candidata, que atesoraba más años de gestión de la cosa pública, pero que conectaba menos con esa base sociológica del PP que necesitaba y pedía a gritos un revulsivo.
Casado llega a la presidencia de su partido con la misma edad que, por ejemplo, llegó Aznar al mismo puesto en el congreso de Sevilla de 1990 que supuso la refundación y la reunificación de todo lo que estaba a la derecha del PSOE. El PP necesitaba un cambio generacional que encarnaba mejor Casado que Sáenz de Santamaría, porque esta última era vista como una continuación de la era Rajoy.
La tarea que tiene por delante el nuevo líder del PP no es sencilla. De entrada, tiene que decidir en los próximos días quién será su equipo de confianza, eso que se suele llamar el “núcleo duro”, empezando por el número dos del partido, es decir, el secretario o secretaria general. Es loable la manifestación de Casado de que quiere integrar y unir a los equipos de Santamaría o de Cospedal, pero eso no debe llevar a caer en una especie de entente artificial. El proyecto de Casado es muy diferente al de la exvicepresidenta, en cuestiones tan importantes como la manera de afrontar el proceso secesionista de Cataluña, la defensa de la familia, el derecho a la vida, la bajada de impuestos, por citar solo algunos.
Casado, que ha demostrado ser una persona sin complejos, deberá mantener esas fuertes convicciones que le han llevado a la presidencia de su partido. Su elección como líder del PP ha devuelto a la ilusión y la esperanza a una parte tanto de la militancia como de esos votantes que en un número nada desdeñable habían dejado de votar al PP y no pensaban hacerlo si el partido seguía por la senda en que lo había metido Rajoy. En las encuestas de las próximas semanas se corroborará esa recuperación electoral de los populares. Y en pocos meses, no serán las encuestas, sino los ciudadanos en las urnas quienes tendrán la última palabra. De momento, el PP ha tomado una buena decisión y ha elegido a un nuevo líder que le dará otro aire al partido que ha representado al centro derecha durante muchos años.

Un nuevo líder para el PP

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