TEMPUS FUGIT

Es cierto que el tiempo casi siempre pasa a una velocidad de vértigo, aunque en ocasiones cuando la vida se retuerce y se pone al revés, los días parecen infinitos. “Tempus fugit”, el tiempo huye,  como describe el poeta romano Publio Virgilio Marón, en su obra las Geórgicas. Hago esta reflexión en un momento en que las noticias se acumulan en los medios de comunicación y redes sociales, cayéndose los  titulares como piezas de dominó sin que haya tiempo a retomar argumentaciones. Y a propósito del poeta, puedo asegurar que no heredo derechos de autor, aunque lleve el ilustre apellido del también padre de la Eneida.
En pocos días hemos vivido acontecimientos internacionales como, Siria, Ucrania, las niñas de Nigeria, la llegada masiva de inmigrantes. Pero también la campaña de las elecciones europeas y sus resultados, la final de la champions, la abdicación del Rey, y en unos días el mundial de fútbol en Brasil y la proclamación de Felipe VI. Está claro que mezclamos churras con merinas, pero así ocurre en el día a día de la noticia y eso solo con lo previsible, lo inesperado siempre está ahí acechando para remover lo programado.
Volviendo a los resultados electorales, fueron una fuerte sacudida. Primero para el partido en el gobierno que sufre un descalabro del 6.4 millones de votos sin que haya hecho ningún análisis de su errática política. Segundo para el primer partido de la oposición  que también recibe severo castigo, con la dimisión de su  Secretario General, quedando a la espera de visualizar un nuevo liderazgo. Son otros partidos los que rentabilizan resultados y una tremenda abstención que refleja el cansancio y agotamiento de los ciudadanos. Con todo respeto, la guinda la pone la abdicación del Rey. Que como ya han hecho otras monarquías europeas, e incluso el Papa, deciden no morir con las botas puestas, disfrutar de la jubilación, pasar la responsabilidad a otra mano y a vivir que son dos días. Son momentos decisivos para nuestro país, después de una larga dictadura, una transición de consenso, una democracia constitucional con 36 años de alternancia política y actualmente una crisis severa. Es necesario un nuevo impulso que revise y actualice ordenadamente los cambios que necesita la sociedad actual.