¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Nuestra Torre de Hércules está de cumpleaños. Celebra el quinto de su reconocimiento por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Un gran día para la historia y para el recuerdo que unirá siempre A Coruña y Sevilla, capital donde recibimos la buena nueva, que resonó con un apoteósico eco en las calles coruñesas. Llevábamos años esperando ese reconocimiento tan merecido. Y orgullo siento de quienes han contribuido a ese éxito final y al camino previo que sé bien que no fue fácil. Ella sí llevaba milenios esperando en esa hermosa península que se introduce en el mar y sobre la que se alza majestuosa y elegante con su luz, guardando en su memoria la historia de la ciudad en la que un día se asentó como vigía de navegantes y coruñeses.
Si la Torre pudiese contar lo que ha vivido, lo que ha visto y oído. Si se pudieran imprimir los millones de fotografías que guarda su retina, sin duda tendríamos la verdadera historia de la ciudad. Sabe de las hermosas puestas de sol al caer la tarde, pero también de los temporales con los que se ve amenazada por un mar embravecido. Era la última luz, la ultima sonrisa que veían los emigrantes cuando salían del puerto rumbo a América. Conoce bien la desesperación y la angustia de los ejecutados en el cercano Campo da Rata y el olor a pólvora después de cada descarga. También podría escribir las memorias de las personas recluidas en lo que tantos años fue su vecina más próxima la cárcel.
La Torre guarda secretos de amor, secretos de dolor, secretos de transformación. Hoy se tiñe de colores para recordarnos la igualdad, el medio ambiente o una enfermedad. Hermosa y sensible, no solo faro de navegantes sino de vida. Un día también se tiñó de negro con el “Mar Egeo” en llamas a sus pies, ese día la Torre y los coruñeses a punto estuvimos de no contarlo. Pero ahí está esplendorosa, erguida, querida y admirada.
Desde su atalaya sigue observando el desarrollo de la ciudad que consiguió el reconocimiento que se merece; tardó, pero llegó y me alegro de vivirlo desde la responsabilidad que en su día me otorgaron los coruñeses. Gracias a los que siempre la apoyaron y alzaron su bandera. Feliz cumpleaños y milenaria vida cuidando de nuestra querida ciudad.