Resistiré

El Dúo Dinámico tiene anunciada su presencia en un concierto en La Coruña el 10 de junio en el Palacio de la Ópera. Con toda seguridad su muchos fans abarrotarán las butacas. Muchos de ellos tienen al Dúo Dinámico como la banda sonora de su vida. Amores de juventud y veranos inolvidables en que sus vinilos o sus cintas acompañaban a los veraneantes hasta la orilla de la playa contagiándose de la energía positiva que emana de las letras y la música de sus canciones. 
Pero una canción de su repertorio se ha hecho himno y ha sido utilizada por personas y grupos de todos los colores para reforzar la idea de que las dificultades son superables. Tanto es así que todo un premio Nobel, como me recuerda mi querida amiga María del Carmen, Camilo José Cela resumió toda la canción en una frase que ya es de uso popular: “el que resiste, gana”. Y es muy oportuna la presencia del grupo en nuestra ciudad porque La Coruña se encuentra en una encrucijada en la que debe resistir para garantizar su futuro. El Gobierno municipal, incapaz de gestionar la ciudad, no para de dar síntomas de ineficacia que se trasladan a todas las cuestiones relevantes para mostrar los peores números de La Coruña en muchos años. 
Es cierto que a los mareantes no se les puede culpar de haber engañado a nadie; tras su éxito electoral proclamaron que no estaban aquí para gestionar sino para cambiar el sistema. Y hay que reconocer que a su paso por el Ayuntamiento el único sistema que sobrevive, sobre él no tienen jurisdicción, es el sistema métrico decimal. Porque a partir de ahí La Coruña en estos dos últimos años no ha progresado en nada. La recuperación que en forma de empleo y de creación de empresas asoma ya en otras urbes aquí no se ve; tampoco se conoce proyecto alguno que esté en marcha y que ilusione a una ciudad mareada entre pancartas y soflamas. 
La idea de ciudad de servicios ha sido abandonada, no se ha creado ni una nueva infraestructura, el pequeño comercio sigue languideciendo y nuestros jóvenes ven su futuro más cerca de Arteixo o de Alemania que de la propia Coruña. El Gobierno local se oculta tras las pancartas de otros haciendo bueno el dicho de Vicente que iba solo a donde iba la gente. Díganme si no, aparte de los 15 millones de euros de subvención europea que La Coruña perdió por la incompetencia del gobierno municipal, que otro hecho cierto podemos analizar como resultado de la gestión de los “podemitas” coruñeses. Frente a la generosidad inmensa, yo diría que desmedida, que los coruñeses han tenido con Xulio Ferreiro a cambio no han recibido nada. 
Lo verdaderamente grave, más allá de las carencias de la marea, es que cuando una ciudad se para no pierde un año ni dos, pierde la inercia del crecimiento y las ciudades competidoras se refuerzan ante la pasividad que La Coruña, el motor económico de Galicia, muestra cada día, ajena a la realidad y en manos de la utopía virtual en la que se ha instalado este Gobierno municipal. Expectantes nos mantenemos ante las elecciones que en dos años habrán de dar respuesta a la resiliencia coruñesa. Que nadie olvide que La Coruña tiene cuerpo y alma y esto es lo que nos hace una ciudad diferente. En el Palacio de la Ópera muchos coruñeses entonaremos el “Resistiré”.

 

Resistiré

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