¿QUIÉN ES EL CULPABLE?

Ahora mismo, solo si el PP decidiera postular a otro líder para la presidencia de gobierno que no fuera Rajoy podría conseguirse que Ciudadanos votara a favor y PSOE se abstuviera. No sería fácil, pero sí la única posibilidad. Pero parece que Rajoy no está dispuesto a entregar su cabeza como precio de evitar las elecciones. Las elecciones están ya virtualmente convocadas. Los estudios demoscópicos no aclaran quién será señalado como culpable, pero sí que una nueva convocatoria es interpretada como un fracaso. Además, los indicios son que el resultado será parecido al actual.
Sánchez ha tenido una primera fase en la que la exposición mediática le ha consagrado como líder. Está por ver si su obstinación en conseguir un acuerdo a tres no ha terminado por desgastarle. La maquinaria de Podemos trata de demostrar que ellos son la víctima de esta negociación fallida. Todos los demás le señalan como culpable. Rajoy solo hace declaraciones. Hasta la fecha ni se ha molestado en formular una propuesta de programa de gobierno dirigida a Ciudadanos y que además buscase una abstención socialista.
Tampoco hay consenso en el peso que tendrá sobre el culpable de las elecciones. Las últimas encuestas publicadas estiman solidez en el voto del PP y un grado de incertidumbre en los apoyos a los demás partidos. No es fácil determinar el papel del cansancio que una larga campaña electoral podría tener sobre el electorado. Los pronósticos son difíciles y los márgenes de variación podrían determinar una precaria mayoría de la suma de PP y Ciudadanos. En esta primera experiencia de constituir una mayoría a partir de la fragmentación del electorado, la clase política ha suspendido.

¿QUIÉN ES EL CULPABLE?

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