La hospitalidad y nuestro potencial turístico

Estoy convencida de que la clave de un buen gobierno reside en su capacidad de escuchar, que no es lo mismo que oír. Y, dentro de esa dinámica, es recomendable tratar de escuchar a los que, desde el conocimiento, tienen algo que decir. Día a día descubrimos que el mejor método para conectar con una ciudad es escuchar a sus protagonistas, tomar nota de sus peticiones o sugerencias y articular soluciones y mejoras a través de una administración ágil y eficaz. Con ese espíritu, hace unos días nos sentamos a compartir café y tertulia con profesionales que, de un modo u otro, son principales actores en el turismo de nuestra ciudad. Quedó clara una cosa. Tenemos una ciudad llena de potencialidades, con muchas personas con ideas, talento e ingenio. Solo hay que canalizarlo y apoyarlo. 


Entre este potencial, está el turismo, sostenible, siempre en equilibrio con el desarrollo de Coruña y la vida de los coruñeses. Tenemos la gran oportunidad de posicionarnos como referente nacional en el mercado de congresos y eventos, un campo en el que fuimos pioneros y que, como tantas cosas en esta ciudad, ha perdido fuelle. La caída del turismo de reuniones en los últimos cuatro años es un hecho incontestable.


Apuesto por una Coruña que resurja como ciudad de grandes eventos. Más allá de congresos y convenciones de nivel, debemos ser capaces de captar importantes citas culturales, eventos deportivos, musicales y gastronómicos de calidad. Será el modo de generar flujos de turistas y pernoctaciones y de que el nombre de Coruña se mueva por el mundo. 
Me propongo además convertir el Rosario en una gran fiesta urbana; la gran cita lúdica del otoño. Reivindico a nuestra patrona como eje de un programa festivo del que nos beneficiemos todos los coruñeses. ¿Por qué no algo similar a lo que tienen los ovetenses con San Mateo, los zaragozanos con el Pilar, los madrileños con San Isidro o los compostelanos con Santiago Apóstol? No es un problema de calendario. 


Extraigo otra reflexión fruto de este grato encuentro. Siendo Coruña una ciudad privilegiada por su vocación marítima, ¿por qué no abrir de par en par las puertas al turismo náutico? ¿Por qué no aspirar a ser una referencia del mar y para el mar? Lo tenemos al alcance de la mano. Es una de las posibilidades que ofrece nuestra ciudad y que aún está por explorar y explotar.


Estoy segura de que, si sabemos aprovechar y cuidar más y mejor ese mar del que tan orgullosos nos sentimos todos los coruñeses, conseguiremos que cada vez más personas se enamoren también de él. Es parte de nuestro ADN y deberíamos sentirlo un poco más nuestro y disfrutarlo más. 


Tomo la palabra y, con permiso, tomo las ideas. Y me propongo como reto convertir nuestra hospitalidad en la marca y la etiqueta de Coruña.
 

La hospitalidad y nuestro potencial turístico

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