Ferreiro, gestión basura

El intolerable episodio con la basura que la ciudad ha venido padeciendo desde hace una semana redunda en la sensación de incapacidad para la gestión de Xulio Ferreiro y sus concejales. Una incapacidad especialmente palpable en la gestión de lo cotidiano. La ciudad es la casa de todos los coruñeses y, señor Ferreiro, aunque no lo crea, somos una aplastante mayoría los que preferimos tener nuestra casa limpia. 
La falta de limpieza con la que nos topamos a diario al salir a la calle no es un problema puntual. No es un problema de esta semana. Llevamos casi cuatro años con nuestra ciudad sucia. El problema de la basura no es una pataleta de los trabajadores, ni una dejación de funciones por parte de la prestadora del servicio. Es un problema enquistado y al que la Marea Atlántica no ha sabido –diría que ni siquiera ha querido– poner solución. No es una cuestión que se pueda liquidar con una mera revisión mecánica de los camiones. Los 400 trabajadores de la recogida de basuras y de la limpieza viaria no exageran cuando se quejan de que trabajan con condiciones precarias y de inseguridad. 
Estremece escuchar el relato del día a día —del noche a noche– de los trabajadores. Según nos cuentan, los camiones carecen de los sistemas de seguridad que resguarden su vida. Circulan sin extintores, sin dispositivos antiatrapamiento de manos. Presentan fallos en los frenos. Por no tener, aseguran que hay camiones que tienen tablas en lugar de asientos. Los trabajadores viven instalados en la incertidumbre. Y esto nos salpica a todos. Nos hiere vernos reflejados en el espejo de esta manera, en los periódicos, en las redes sociales, o a través de los ojos de los turistas. Nos trastoca el orgullo de ciudad y nos avergüenza.
¿Es culpa de la Marea y Xulio Ferreiro? Rotundamente, sí. El servicio de recogida de basura se está prestando sin contrato desde el 16 de enero de 2017, cuando finalizó el anterior y sin posibilidad ya de prórroga. Llevan dos años pagando facturas mensuales de 860.000 euros, no autorizadas por el interventor y abonadas irregularmente vía decreto. Allá van, por este procedimiento, más de 20 millones de euros al año. Porque esto mismo sucede con la limpieza viaria. Y lo peor, pagamos por un servicio que no se presta con la calidad adecuada por la obsolescencia de las máquinas.
A qué país se haya ido durante estos días de viaje María García, la concejala responsable del asunto, es lo de menos. Pero alguien debería haberse puesto al frente de esta crisis y dar la cara. Los trabajadores le pidieron cita y esperaban la visita de algún responsable político para explicarle la cuestión. Y solo recibieron una inspección mecánica en el garaje de los camiones.
A cuatro meses de unas elecciones pedirle que gestione, señor Ferreiro, es una quimera. Seguro que usted y los suyos están convencidos de que lo está haciendo bien, pero nos está hundiendo. Coruña se consume en el desgobierno; se apaga. Trate de mirar la ciudad con objetividad y diga si cree que hoy está A Coruña mejor que cuando a usted le hicieron alcalde. Demuestre que le preocupa y reconozca su incapacidad para gestionarla. Abandone cuanto antes la gestión basura.
 

Ferreiro, gestión basura

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