EL VIEJO TIMO DEL GAS

Por si ya no fuera suficientemente grave la alarma que provoca la oleada de robos que sufre la ciudad, ahora se sabe que desde hace algún tiempo pululan por sus calles un grupo de indeseables que se hacen pasar por inspectores del gas. Es un viejo timo en el que siguen cayendo algunos ciudadanos, sobre todo personas mayores, que, ante la amenaza de una multa por una instalación defectuosa, acceden a pagar la tasa de una reparación inexistente. Por este sistema, tres individuos, lograron dinero de  numerosas personas. Ante esta situación solo cabe alertar una vez más de que el personal de las compañías de gas tiene que poseer un carné que lo identifique como tal, aunque, ante la duda, lo mejor es llamar a un familiar o incluso a la Policía.