UNAS EXPLICACIONES NECESARIAS

Hay coincidencias difíciles de comprender, como, por ejemplo, que el Códice Calixtino vuelva a la catedral de Santiago un año después de su robo. Una historia digna de Berlanga en la que hay, supuestamente, implicados desde un electricista a su nuera, pasando por su propia mujer. El libro de los libros, la primera guía de viajes, como muchos la han dado en llamar, descansaba tranquila en una bolsa de basura en un garaje de Milladoiro junto a copias facsímiles, bandejas de plata, otros libros antiguos y objetos religiosos, que, al parecer, también fueron robados de la Catedral. El ladrón poseía llaves de todas las dependencias e incluso se quedaba a trabajar solo por las noches con acceso a esos “tesoros”. La historia tiene un final feliz pero, pese a ello, es preciso aclarar cómo es posible que se custodie esos bienes de incalculable valor con tanta desidia.