UN ÚLTIMO ESFUERZO POR EL EMPLEO

La lectura pausada del documento en el que General Dynamics sentenció a la Fábrica de Armas revela que el cierre no será en julio, como en un principio se pensaba, sino el 30 de abril. Ese cambio de fechas modifica por completo el escenario para los empleados de la factoría, ya que pasan de disponer de cierta capacidad de maniobra a ver que el tiempo apremia y, en consecuencia, las posibilidades de que la factoría mantenga la actividad se reducen al mínimo. No obstante, por mucho que la situación parezca irresoluble, es imprescindible hacer un esfuerzo para tratar de evitar la desaparición de una de las industrias emblemáticas de A Coruña, bien sea forzando un cambio en los planes de la multinacional estadounidense o bien logrando que otra empresa tome el control. Parece difícil conseguirlo, pero hay que intentarlo.