TODO EMPEZÓ CON “UN CANTO A GALICIA”

Un cantante español, con ascendencia gallega, conquista China. En España somos muy dados a valorar “exageradamente” lo que llega de afuera, en ocasiones en detrimento de lo nuestro. Julio Iglesias es para medio mundo una leyenda viva, aunque en España su imagen artística sufra en ocasiones el “deterioro” de los “iconoclastas musicales”, que, a pesar de sus críticas, que no dudo sinceras, pues los gustos musicales varían a tenor de la personalidad y preferencias de los aficionados, no pueden negar evidencias.

Personalmente respeto y valoro los logros de Julio Iglesias –aunque no sea un fan suyo, con todo lo que implica la extensión de este término– y de ahí que valore la noticia de que Julio Iglesias recibirá el 1 de abril en China, de manos del artista chino mundialmente famoso, Lang Lang, dos galardones históricos: uno por ser el primer y más popular artista internacional de todos los tiempos en China y otro por ser el artista latino que más discos ha vendido en el mundo –350 millones–, según el Record Guinness Mundial.

A sus casi 70 años –los cumplirá en septiembre– Julio Iglesias ha ganado Grammy y Grammy Latinos, premios Billboard Latin Music, World Music, Ascap, AMA y “Lo Nuestro” entre una relación interminable. Fue condecorado por el Gobierno de España con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2010; recibió la Legión de Honor de Francia de manos de Nicolas Sarkozy en 2007; tiene institucionalizado el 8 de septiembre como “Día de Julio Iglesias” en Miami desde 1997; y se ve su estrella en el paseo de la Fama de Hollywood desde 1985. También es el único artista extranjero en tener el “China’s Golden Record Award” –la máxima distinción musical china–.

Y toda esta enorme proyección internacional iniciada tímidamente con “Gwendoline” en Eurovison 70, se desmelenó, vía Alemania, con “Un canto a Galicia”, que estrenó a nivel mundial en un concierto, en el Pabellón de Deportes de A Coruña –que me tocó presentar– el jueves 12 de agosto de 1971, en el que actuó de “telonero” de Víctor Manuel, ante más de seis mil personas, que pasaron holgadamente de diez mil, en sesiones de tarde y noche.