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 EL auditorio “Mar de Vigo” fue presentado en su día como “un referente mundial”. Xunta, Concello y Caixanova pusieron un pastón y hasta trapichearon para aumentar la concesión a sesenta años. Hace meses que la empresa está quebrada. No hay comercios ni oficinas, el hotel no paga y tampoco se programan conciertos. La empresa pide más dinero al municipio, que se ha cansado de hacer el primo. Y luego hablan del Gaiás…

SIGUEN los horrores en Pescanova. Sus directivos emitieron bonos y ampliaron capital cuando la compañía ya estaba quebrada. El presidente se salvó de la quema y vendió la mitad de sus acciones por 27 millones. Hoy valdrían cero euros. Los auditores explican que los 834 millones invertidos en acuicultura enterraron la viabilidad de la multinacional. Pese a los fraudes y a la nefasta gestión, el presidente y el consejero-delegado siempre fueron premiados como “empresarios ejemplares”…

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