UNA REFLEXIÓN IMPOSIBLE

Si la victoria del Deportivo el pasado lunes frente al Elche en Riazor sirvió para calmar los caldeados ánimos de una afición dividida frente a la violencia y la actitud de los Blues, la detención ayer en Madrid de los presuntos autores de la muerte del seguidor blanquiazul Jimmy puede servir para tranquilizar todavía más los ánimos. La Policía realizó una macrorredada en la que apresó a 34 personas relacionadas con la pelea que terminó con la muerte del Blues. Lo curioso es que hasta este momento eran muchos los que sentían que se estaba culpabilizando a los coruñeses, mientras que los asesinos, integrantes del grupo Frente Atlético, estaban tan tranquilos. De hecho, las intervenciones iniciales de los responsables policiales y políticos no hicieron más que acrecentar esta sensación, al evitar referirse en todo momento a los radicales del Atlético e, incluso, señalar al propio Deportivo como responsable último de lo ocurrido. Eso sí, una vez que se aclaren los hechos y los responsables estén condenados, los dirigentes de estos grupos radicales deberían que reflexionar sobre el sentido que tiene que dos personas que no se conozcan de nada sean capaces de acumular tanto odio como para matarse a golpes con la excusa de defender los colores de un equipo de fútbol. El problema es que, seguramente, sean incapaces de hacerlo. 

UNA REFLEXIÓN IMPOSIBLE

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