Refinería, galimatías

Días atrás Unión Coruñesa exigió una explicación pública y transparente de la situación real del tantas veces cacareado traslado de las instalaciones de Repsol a punta Langosteira. En tiempo y forma, la Autoridad Portuaria expresó diáfanamente su opinión al respecto en declaraciones unilaterales, pero la compañía “repsoliana” no dijo esta boca es mía y su silencio llama poderosamente la atención.

Se sabe ya que la ampliación de las instalaciones de la petrolera en Cartagena serviría de trampolín para facilitar una alternativa de futuro con respecto a la instalación en Langosteira. Al día de hoy, las inversiones previstas por Repsol en La Coruña se encuentran paralizadas y por lo que hace relación a la Autoridad Portuaria se espera que traslade a la petrolera la certificación de días de uso hábil del nuevo puerto. Hay que decir que Repsol está a la espera de este dato que resulta imprescindible para su programación. Consecuencia de lo dicho. Es de máxima urgencia facilitar los datos requeridos por Repsol y hay que afrontar ya un estudio de impacto socio-económico que para La Coruña puede tener el cese de actividad de las actuales instalaciones de la petrolera.

Habrá que evaluar cuántos ingresos perderá nuestra capital. Además, hay que calibrar cuantos empleos podrían irse al ajo puerro. Se hace mortal de necesidad comprobar si existe un convenio entre La Coruña y Arteixo para participar ambos municipios en los beneficios que puede aportar el nuevo puerto. Conviene tener en cuenta que la deslocalización de empresas de nuestra ciudad es alarmante y, curiosamente, los nuevos destinos de las empresas deslocalizadas de La Coruña celebran la creación de empleos en sus municipios.

El crecimiento del área metropolitana no puede consistir en sacar empresas de nuestra capital para ubicarlas en otros ayuntamientos. La sangría industrial que padece La Coruña será un lastre insoportable para la recuperación económica, toda vez que no existe ni un solo proyecto de captación de nuevas empresas ni de regeneración del debilitado tejido industrial coruñés.

Refinería, galimatías

Te puede interesar