PERDIDOS

¡Estamos perdidos!, pero no, no lo diga en voz alta, que si usted se pierde y hay que encontrarle, viene la Xunta y le quiere emplumar 4.800 euros del ala, así, sin inmutarse, como a una turista alemana que le dio por perderse haciendo el camino de Santiago, que ya hay que ser torpe (pensará la conselleira) y ahora se encuentra con que tiene que pagar por su rescate.

Será la única, porque los banqueros rescatados, los tesoreros que se perdieron por los vericuetos del dinero negro, los consejeros que estaban perdidos cuando usaban sin tener mucha idea sus tarjetas black, los millones que algunos perdieron a cuenta de los ERE, esos no pagan ni un chavo, entre otras cosas porque ya se los gastaron en comilonas, safaris, mansiones, yates y otras exquisiteces menos confesables.

Pobre alemana, turista, anónima y perdida; lo tiene claro. Con ella irán a degüello, que no está la cosa para dejar pasar 4.800 euros, a no ser que resulte ser amiga de Merkel; entonces la cosa seguro que cambia.