NO, SIN PERIODISTAS

Arrinconados por una doble crisis, la economía y la de modelo, los periodistas nos preguntamos cuál es la salida y cuál es la alternativa a los despidos masivos y a la precarización de las condiciones laborales y salariales. La Asociación de la Prensa de La Coruña, sin embargo, tiene por seguro que el futuro de la profesión sigue estando en el periodismo hecho con rigor, el que contrasta la información, el que verifica lo que está ocurriendo, el que recurre al uso independiente y plural de las fuentes y el que cumple las normas éticas y deontológicas que rigen nuestra profesión.

Sin periodistas no hay periodismo. En este sentido, la Asociación de la Prensa ha aprobado la siguiente declaración: Los periodistas no podemos perder el tren de la transformación que avanza en nuestro oficio. No debemos “comprar” lo que más se vende. Debemos descubrir qué se esconde tras lo que se quiere ocultar a los ciudadanos. Debemos imaginar nuevas formas de trabajo e impulsar proyectos periodísticos sin miedo al futuro.

Hemos de convertirnos en gestores de nuestros contenidos y plataformas. La revolución digital exige de las universidades que adapten sus planes de estudio a las necesidades reales de sus alumnos. Los editores necesitan un cambio de mentalidad, una imprescindible adaptación al nuevo modelo de negocio.

Advertimos que la insistencia de las autoridades por las ruedas de prensa sin preguntas y las declaraciones enlatadas anulan el papel del periodista y el derecho de información de los ciudadanos.

Hay que seguir haciendo periodismo de calidad. Rechazamos las estrategias de expulsar de las redacciones a periodistas experimentados para sustituirlos con becarios sin remunerar o con un salario indigno. Defendemos la pervivencia de los más altos estándares éticos en nuestro trabajo.

Seguiremos contando los hechos donde se produzcan para difundirlos en el soporte que toque, absolutamente convencidos de que el avance tecnológico nunca podrá suplir al periodista ni trastocar la esencia y los principios éticos del periodismo.

NO, SIN PERIODISTAS

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